Antonio Repullo | Delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba

“Con la experiencia que tenemos ahora, hace seis meses habríamos adoptado otras medidas”

  • Cumple dos años en el cargo, de los que prácticamente la mitad han girado en torno al covid-19; y defiende que el nuevo gobierno andaluz ha desbloqueado proyectos históricos en la provincia

El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo.

El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo. / Miguel Ángel Salas

–¿Se le han hecho largos estos dos años en el cargo?

–El tiempo ha pasado rapidísimo y han sido dos años fugaces. Dicen que cuando tienes muchas cosas que hacer el tiempo pasa muy rápido y yo confirmo esa teoría.

–Pensé que era al revés, sobre todo por el virus.

–Un cuestión distinta es que el año de la pandemia se hace largo, pero en el conjunto de todo el periodo puedo decir que ha sido frenético.

–¿Recuerda cómo fue su designación? ¿Le sorprendió?

–Mucho, porque en teoría mi perfil no parecía el más adecuado para un cargo de este tipo. Yo no había tenido nunca una responsabilidad institucional, aunque sí es verdad que había tenido relación con la administración en una segunda línea tanto en la Diputación como en la Subdelegación del Gobierno, con un amplio conocimiento de la provincia no solo por mi trabajo como abogado, sino por esa labor institucional y orgánica en el PP. Había otros compañeros, pero el presidente de la Junta y el presidente provincial del partido lo vieron bien, así que muy agradecido.

"Jesús Aguirre es una persona transparente y se expresa así, creo que de manera consciente, para que su mensaje llegue a todo el mundo"

–Y tras dos años, ¿satisfecho?

–Muy satisfecho, porque hemos logrado lo que queríamos en este primer arranque, que era cambiar la percepción de la gente respecto a la Junta de Andalucía. El objetivo era pasar de una administración que estaba alejada de la calle a que sea cercana, y además convertirla en una administración creíble, que lo que dijese se cumpliese. Y en dos años hemos dicho muchas cosas y las estamos haciendo.

–Dígame tres grandes alegrías que le ha dado el cargo.

–Una de ellas es solucionar el problema de unas limpiadoras de colegios de la Subbética que iban a pasar a una situación muy complicada y podían quedarse en la calle. Ahí pudimos comprobar el drama humano que supone que una empresa no cumpla con sus obligaciones. Gracias a la labor de todos, de la parte sindical y desde la Junta, se arregló. Otra satisfacción es ver cómo proyectos apalancados y en un cajón van resurgiendo, como el trasvase de Sierra Boyera al embalse de la Colada o la Ronda Norte. Son proyectos que cambian la fisonomía de una ciudad o de una comarca. Tampoco me olvido de la Autovía del Olivar. En fin, esos grandes proyectos que se quedaron aislados y que ahora ves que se van dando los pasos de licitación y se van a convertir en realidad.

–¿Y tres decepciones?

–Me cuesta. Pero ha habido situaciones como la de un menor que agredía a sus padres y que era difícil de solucionar. También está el hecho de sentarte con empresarios, como los feriantes, y ver que con las ayudas en un año como este no pueden tirar para adelante, es complicado; o estar con comerciantes de una zona como la del Casco Histórico y ver que no le puedes echar el cable que quieres, también te defrauda. El tema energético también me preocupa al comprobar que no hemos sido capaces de poner en valor las infraestructuras de transporte de electricidad en la provincia. Es un debe.

Antonio Repullo, en un momento de la entrevista. Antonio Repullo, en un momento de la entrevista.

Antonio Repullo, en un momento de la entrevista. / Miguel Ángel Salas

–Habla del déficit de infraestructuras eléctricas. ¿Puede afectar a proyectos de futuro de Córdoba, como por ejemplo la Base Logística del Ejército de Tierra?

–Bueno, a la Base Logística no le afectará demasiado, tanto si fuera en la zona de El Higuerón como en la Rinconada. Es desolador que en municipios de la provincia haya polígonos perfectamente equipados, en los que ha habido demanda y la sigue habiendo, y que las empresas no se puedan instalar. No lo hacen porque no tienen capacidad eléctrica. Eso es desolador y te da un bajón importante. Córdoba tiene un enorme potencial en energía verde y mientras no tengamos esa red de evacuación no vamos a poder desarrollarla. No es que sea un proyecto llamativo como un hospital o una carretera, pero es un reto que tenemos todas las administraciones.

–Aunque va a ser políticamente correcto en su respuesta, el equipo de delegados de la Junta en Córdoba parece mejorable, al menos en algunas áreas.

–Hay que analizar que todos los delegados era la primera vez que nos enfrentábamos a una responsabilidad como esta y a todos hay que darle el beneficio en esos primeros pasos que estamos dando en una administración absolutamente desconocida y con una forma de trabajar muy anclada. ¿Se puede mejorar? Evidentemente, aunque yo creo que es importante, y así nos lo pidió el consejero Bendodo, que hiciéramos equipo y coordinemos muy bien toda la estructura de la Junta en las provincias. Y creo que lo hemos conseguido, con un equipo muy cohesionado, muy unido y a luz está que no ha habido ninguna fisura pese a ser de dos partidos políticos. No hemos dado los espectáculos que sí han dado otros cogobiernos, de la izquierda, tanto en esta ciudad como en la Junta.

–La Junta se pegó un tiro en el pie al recortar el número de delegados y luego han tenido que rectificar y ampliarlo.

–Nunca se dijo que los delegados no fuesen necesarios, sino que se apostó por recortar en un número importante y ahora lo que se ha hecho, más que una ampliación, es una reorganización, porque los nuevos delegados eran ya coordinadores; no suponen un incremente de cargos y algunos son ya funcionarios. No supone un gasto añadido ni en conductores, ni en periodistas, como se ha dicho, ni muchísimo menos. Lo que sí es cierto es que en áreas como Educación e Igualdad estamos hablando de un nivel competencial muy alto en la provincia y se necesitaba de una estructura diferente.

"Nadie tenía un librillo que dijera cómo comportarse o actuar ante una pandemia de este tipo”

–La cuota cordobesa en el Gobierno andaluz es el consejero de Salud, Jesús Aguirre, una persona peculiar. Esa forma de ser de Aguirre, ¿le perjudica o le beneficia?

–Jesús Aguirre es una persona transparente y en eso creo que coincidimos todos, tanto los que hablan bien de él como los que no, y eso es lo que traslada realmente. Cuando habla y se expresa lo hace para que todo el mundo lo entienda. Yo lo he visto hablar como médico y usa toda la terminología y palabrajos de un médico perfectamente. Pero justamente se expresa así, creo que de manera consciente, para que su mensaje llegue a todo el mundo. Esa parte humana de la política le ha favorecido, pero no solo a él, sino a todos aquellos que necesitaban recibir un mensaje humanizado y fácil de entender.

–Para ser exactos, yo fui uno de los que dije que nos iba a dar “grandes momentos de gloria”.

–Ya le digo que Jesús es transparente y es predecible. Usted decía que iba a tener ciertas frases épicas y, lógicamente, desde su absoluta humildad y honradez, es verdad que nos ha dejado grandes frases.

–Luego llegó el covid y lo cambió todo, pero echando la vista atrás da la sensación de que a las administraciones, a todas, se les han visto las costuras en esta crisis.

–Nadie tenía un librillo que dijera cómo comportarse o actuar ante una pandemia de este tipo. Dentro de eso, hay una serie de errores comprensibles y otros que no. Estamos hablando de una pandemia que ya se estaba desarrollando en gran parte del mundo y había responsables políticos del Gobierno de España que decían que esto iba a ser poco menos que un resfriado.

Antonio Repullo posa en su despacho de la Junta. Antonio Repullo posa en su despacho de la Junta.

Antonio Repullo posa en su despacho de la Junta. / Miguel Ángel Salas

–En la Junta, por ejemplo, ahora se ha optado por un cierre a la carta de los municipios en función de sus datos de covid que parece estar funcionando. ¿Por qué no hicieron ustedes lo mismo durante el verano con casos tan complicados como los de Montalbán o La Rambla, entre otros?

–Ya le digo que vamos aprendiendo poco a poco también. Todas las decisiones han estado amparadas por los comités técnicos médicos de epidemiólogos y responsables de salud pública y en cada momento nos hemos adaptado a lo que ellos entendía que era lo mejor. Probablemente, con la experiencia que tenemos ahora, hubiésemos adoptado medidas diferentes hace seis meses, estoy convencido de ello. Lo que se trata es de aprender y testar, como dice el consejero Bendodo, para ver lo que se hace. Lo que sí ha hecho muy bien Salud es mirar hacia atrás y ver lo que podía mejorar y todos los protocolos se han ido adaptando en función de la circunstancias.

–Y también hemos escuchado eso de vamos a salvar el verano, luego la Navidad, y Nochevieja, y los Reyes. Incluso hay quien habla de salvar la Semana Santa.

–Yo creo que desde la administración se quiere lanzar un mensaje de optimismo cada vez que haya un elemento que te lleve a ello. Una vez que teníamos la vacuna y que se nos decía que tendríamos un número de dosis importante para poder estar más o menos tranquilos, se intentan lanzar esos mensajes. También ha habido momentos en los que la pandemia estaba rebajando en la segunda ola y nadie se esperaba una tercera ola con tanta fuerza.

–¿De verdad que nadie se la esperaba?

–Tan potente, no. Todos esperábamos una tercera ola, pero afirmar que más peor que la segunda, poca gente lo podía prever. La segunda ola fue muy importante y esperábamos una tercera, pero no así. También es cierto que si las vacunas llegan como tienen que llegar, al ritmo de 350.000 dosis a la semana, Andalucía puede estar en condiciones de que en este verano tengamos un porcentaje muy alto de vacunados y podamos relajar estas medidas.

"Yo creo que hay que ser realista y saber lo que se puede hacer y lo que es imposible y, además, explicárselo a la gente”

–Pero primero tienen que llegar.

–Claro, tienen que llegar y que nosotros además estemos preparados para que lleguen. Hay quien me pregunta que por qué no usamos campos de fútbol o polideportivos para vacunar y ojalá fuera así, pero somos conscientes de que nos los tenemos.

–¿Cuánto le ha molestado a nivel personal esos listillos que se han colado para vacunarse?

–Pues mucho. Aprovecharse de una situación como esa por ser cargo público, alcalde o tengas una responsabilidad, molesta. Y como luego nos meten a todos los políticos en el mismo saco, pues molesta un poquito más. Muchas veces hasta hay gente que no se cree que tú no te la hayas puesto. Esa duda nos perjudica a los que nos dedicamos a intentar mejorar esto.

–¿Cómo será el plan de vacunación del covid a corto plazo?

–Estamos actuando en la parte sanitaria y vamos a seguir con los grandes dependientes. Ya tenemos los listados y los de ayuda a domicilio, en colaboración con los ayuntamientos y la Diputación. Y también entran en ese bloque los alumnos de Medicina, Enfermería y Fisioterapia. Todo eso empieza mañana lunes.

El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo. El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo.

El delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo. / Miguel Ángel Salas

–No es lo mismo estar en el gobierno que en la oposición y en el caso de Córdoba, el PP ha tenido que cambiar el paso sobre algunos proyectos que reivindicaba, como la Variante Oeste, la Autovía del Olivar o la de Jaén.

–Yo creo que hay que ser realista y saber lo que se puede hacer y lo que es imposible y, además, explicárselo a la gente. En el caso de la Variante Oeste, la consejera ha remitido una carta al ministerio para desbloquear el convenio y estamos a la espera. En la Autovía del Olivar nos encontramos con un proyecto de 350 millones de euros y a nadie se le escapa que eso es inviable. Un proyecto que estaba desfasado, con más de 15 años y lo que se ha hecho es ser realista y no mentirle a la gente, por lo que la vamos a hacer por tramos. Pronto se licitará el proyecto del tramo de Cabra y vamos a empezar a hacerla. En el tema de El Carpio-Torrendonjimeno no se ha desechado la autovía, pero se ha optado por una mejora importante y así lo hemos consensuado con los alcaldes de Córdoba y Jaén. Hemos sido claros porque todos queremos una mejora de esa infraestructura.

–Por lo que me dice, deduzco entonces que en política se es realista cuando se gobierna pero no cuando se está en la oposición.

–Las arcas que ha heredado este gobierno no son para tirar cohetes. Los recursos son los que tenemos, pero yo creo que una cosa es no hacer y otra hacer las cosas de otra manera. Y, por supuesto, nunca hacer maquetas de proyectos que nunca se van a ejecutar.

–Proyectos con cierta decepción social también son el Materno-Infantil y las consultas externas.

–Se adjudicó la obra y se inició, pero luego vinieron una serie de problemas con la empresa. Las noticias que nos llegan son que se está negociando para que el proyecto siga adelante. Son negociaciones complicadas y ese es un ejemplo de las decepciones de la gestión pública, que son las trabas y la agilidad administrativa, que no se ven en el sector privado. La intención de la Consejería es ejecutar la obra.

"Todos los delegados era la primera vez que nos enfrentábamos a una responsabilidad como esta. ¿Se puede mejorar? Evidentemente”

–¿Y sobre el palacio de Torrijos?

–La obra va a buen ritmo, dividida en dos fase. La primera supone la ampliación y dotarnos de dos salas y con los trabajos que se están realizando podemos llegar a las 1.500 plazas. Se seguirá con la segunda fase y hemos llegado a un acuerdo con el concesionario para condonarle su aportación en la medida de lo posible, en torno a un 80%. Queremos que Torrijos sea un referente turístico desde la calidad.

–¿Competirá con el Centro de Ferias del Ayuntamiento?

–Yo creo que no. Se trata de dos espacios diferentes y Córdoba tiene capacidad para tener dos centros de este tipo. En cualquier caso, la competencia será sana porque son dos espacios que se pueden desarrollar de manera simultánea y complementaria.

–Su partido siempre ha reconocido que comunicar le cuesta.

–Hacemos lo que podemos. Siempre se nos achaca que no sabemos comunicar todo lo bien que hacemos las cosas. Creo que hay un mensaje que cala en la sociedad de que el PP es un partido que gestiona bien y esa marca está muy asentada en la opinión pública, pero luego no sabemos comunicarlo. Tenemos canales para hacerlo.

–Siempre se dice que los delegados están de martes a martes.

–En este tipo de cargos ya se sabe. Esto es así y depende de la confianza que tenga un gobierno en sus representantes en una provincia. Si esa confianza no existe, uno no puede estar a cargo de esa responsabilidad. Intentamos hacerlo lo mejor posible y llevamos a Sevilla todos los proyectos que creemos que son importantes para la provincia de Córdoba. En cualquier caso, estar de martes a martes no me preocupa.

Primer plano con mascarilla de Antonio Repullo durante la entrevista. Primer plano con mascarilla de Antonio Repullo durante la entrevista.

Primer plano con mascarilla de Antonio Repullo durante la entrevista. / Miguel Ángel Salas

–Entre otras cosas porque usted tiene un lugar al que volver.

–Sí pero tampoco hay que criminalizar el que haya políticos profesionales, porque los que tienen, o tenemos, vocación política, te dejan muy pocas posibilidades de dedicarte a otra actividad. En mi caso, sin ir más lejos, tuve que vender mis acciones en el despacho en el que trabajaba por incompatibilidad con el cargo. Todo eso limita mucho a quienes quieran participar en política y se tira de gente que ya está dentro de los partidos.

–¿Cómo son sus relaciones con el Ayuntamiento, la Diputación o la Subdelegación del Gobierno?

–Se ha hecho un bloque institucional a raíz de la pandemia que creo que tal vez el ciudadano no aprecia, pero que es muy importante. La cohesión y la colaboración ha sido máxima, aunque evidentemente uno tiene sus preferencias personales y políticas. Pero la relación entre todas las administraciones es fantástica.

–¿Y si Vox pide una consejería tras las próximas elecciones?

–Yo creo que tenemos que respetar que ahora mismo estamos en una situación complicada por la pandemia y tenemos todavía dos años por delante para hacer muchas cosas por Andalucía y por Córdoba y vamos a ver qué pasa en unas futuras elecciones. Vox tiene toda la legitimidad que le den los votos y habrá que estudiarlo y verlo por la dos partes y analizar si están cómodos o no. En el caso de Vox habrá que preguntarle a ellos, porque a veces da la sensación de que su adversario político es el PP. Todo hay que verlo en su momento y ver qué espacio puede ocupar cada uno. A dos años vista y con el catálogo de proyectos que tenemos ahora mismo, la posibilidad de Vox en un gobierno es que ni me la planteo.

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