"Ahora hay que reclutar a la gente por su forma de ver la vida"
A pesar de que el optimismo es una de las claves de sus conferencias, dice que es una persona "normal" que da charlas para encontrar "una actividad más productiva"
La semana pasada participó en el ETEA-Loyola Management Meeting, un encuentro que reunió a más de 150 empresarios, a quienes explicó cómo gestionar la ilusión y el coeficiente de optimismo en tiempo de crisis. Emilio Duró, director de Iterconsultores, llegó precedido por su defensa por el optimismo y asegura que un día grabaron sin su permiso una conferencia para directivos. A partir de ahí, se ha convertido, sin querer, en un auténtico gurú de la ilusión y el optimismo.
-Encontrar trabajo se ha convertido en todo un lujo para los universitarios y la semana pasada se lanzaron a la calle para protestar por los recortes aprobados por el Gobierno central. Desde el optimismo que defiende a ultranza, ¿qué mensaje se les puede transmitir?
-Ha llegado el momento en el que tenemos que dejar de quejarnos y hacer más. No lo digo por ellos, ahora es el momento -aunque tengan todas las razones-, pero o hacemos un esfuerzo para centrarnos en lo que se puede hacer o, la situación no se va a mejorar buscando culpables en el exterior, en Europa, o en el político; así, vamos a conseguir muy poco.
-¿Y qué se puede hacer?
-Pues empezar a movernos. Me encanta la frase del presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy: "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país". Por eso, ahora hay que ver qué puedes hacer tú para modificar tu entorno, tu familia y verás como el mundo evoluciona en positivo.
-El optimismo es su ley de vida.
-Yo creo que estamos en la vida y buscamos el bienestar de una forma u otra. Todos intentamos ser felices porque si eres feliz vives mejor, tienes más ilusión, es la misión todos; algunos la hacen mejor y otros peor. No soy ningún ejemplo para nadie. No soy una persona optimista, soy una persona absolutamente normal, con días felices, maravillosos y días en los que no me levantaría de la cama. Yo siempre he dicho que la vida son unas vacaciones que te ha dado la muerte y, cuando te vas haciendo mayor, te vas dando cuenta de lo maravillosa que es.
-¿Qué le diría a aquellas personas que no comparten o no entienden esta filosofía de vida?
-Hay gente que haga lo que haga en la vida funciona bien y hay gente que haga lo haga, en la vida le va mal. Básicamente, en el mundo empresarial nos dimos cuenta de que el rendimiento de una persona viene más por su forma de ver la vida que por sus propios conocimientos. Hay gente que le pone alegría, ilusión y entusiasmo y tira para adelante y, hay gente que haciendo lo mismo, inclusive en el mismo trabajo, se queja y no le gusta.
-¿Qué deberían hacer las empresas para evitar esta situación?
-Tiene que haber un cambio y reclutar a la gente no sólo por los conocimientos, sino también por su forma de ver la vida, su actitud, su ilusión y su pasión.
-¿Conoce el tejido empresarial cordobés?, ¿qué consejos le daría para que incrementara su productividad?
-Córdoba es una ciudad que me encanta. Su tejido empresarial es como todos; el ser humano es igual en todas partes. El tejido empresarial necesita gente emprendedora, gente que no se rinda, que siga a su corazón y no a su razón.
-¿Cuál es la base de la mayoría de sus ponencias?
-Ver cómo podemos encontrar una actitud más positiva, más productiva a los nuevos tiempos en los que estamos, que son diferentes.
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