Actividades extraescolares en Córdoba: Así se consigue el "equilibrio" perfecto
Educación
La mala elección o abusar de ellas puede provocar un "estrés prologado en el tiempo"
Hoy en día los pequeños de la casa no acostumbran a pasar las tardes en el parque o jugando al pilla pilla. La mayoría de los menores de entre cuatro y 12 años realizan a lo largo de la semana una actividad extraescolar o incluso varias.
La conciliación familiar supone que en ocasiones estas actividades vengan impuestas por el horario laboral de los progenitores y el catálogo de opciones es de lo más amplio: artes, baile, idiomas, pintura, música…
Además de mantener al menor en algún lugar mientras los padres trabajan, entre las principales razones por las que los pequeños acuden a estas clases son potenciar su creatividad y desarrollar sus hobbies o aficiones, también encontrar un refuerzo para las materias que más se resisten del colegio o bien como puro entretenimiento.
En Córdoba hay ofertas de todo tipo, desde las opciones más tradicionales como las academias de idiomas o las artes en los conservatorios, hasta actividades en 3D, robótica o deportes como la esgrima.
Robotika for kids es un centro de robótica educativa y programación para menores desde los cuatro años. Con esta actividad se fomenta la creatividad e imaginación mientras se desarrollan habilidades tecnológicas, científicas y personales. También trabajan en la resolución de problemas reales integrando matemáticas, ciencias naturales, física o inglés adaptado a la edad de los niños.
Para los más artísticos, otra opción sería Zinnia Expresión Creativa, una escuela de arte para la infancia especializada en psicología evolutiva, ya que gracias al equipo de psicólogos y pedagogos se conocen las distintas etapas de los pequeños a través de su dibujo.
Matemáticas manipulativas, inteligencia emocional y psicomotricidad son la clave para la escuela de Kitsune 3D actividades. O para los más artistas, desde Pequemúsicos los pequeños podrán contar con una iniciación musical, cante y guitarra, pero también completarán su rutina con otras prácticas más energéticas como aerobox, kárate o boxeo. En esta escuela musical, los niños aprenderán a tocar instrumentos como piano o guitarra.
Los más deportistas se inscriben en atletismo en la escuela infantil del Club Trotacalles, donde las clases se dividen en multideporte, iniciación o tecnificación. Para los que se atrevan con un deporte como la esgrima, la Sala de Esgrima Almedina ofrece cursos de iniciación, tecnificación y competición para espada, florete y sable abiertos a cualquier persona entre los seis y los 99 años.
¿Pero, dónde está el límite? La psicóloga Elvira de Céspedes asegura que lo recomendable son de dos a tres actividades, ya que "más de eso puede ser contraproducente". Además, señala que "hay que tener cuidado con la sobreprogramación, para no saturar a los pequeños en su horario no lectivo".
Para elegir la actividad adecuada, resulta fundamental buscar un equilibrio en el precio y el horario disponible, ya que si la actividad no encaja en la rutina "provocará un estrés extra para toda la familia", tal y como narra la psicóloga. La voluntad del menor también debe primar a la hora de la elección incluso por encima del interés de las familias y "así fomentamos su autonomía".
La clave está en "encontrar un equilibrio". De Céspedes ve conveniente mezclar actividades deportivas con otras de ocio o para reforzar al niño en clase. El hecho de abusar en demasía de las actividades puede provocar un "estrés prolongado en el tiempo", tal y como indica la profesional, lo que puede desembocar en una "ansiedad" para los pequeños.
Entre los beneficios de apuntar a los niños a estas actividades destaca la autogestión y organización de cada menor, que deberá velar por el cumplimientos de sus obligaciones. Por eso, "el hecho de que tengan una hora para terminar las tareas porque se tienen que ir a la actividad, los ayuda mucho a organizarse, por el contrario, si tienen toda la tarde libre para los deberes, tienden a ir prolongando esta responsabilidad".
No obstante, la psicóloga insiste en que los niños deben tener tiempo para todo, "hasta para aburrirse", ya que, como ocurre con los adultos, el tiempo libre es necesario para evadir la rutina del día a día.
Los idiomas, imprescindibles
Una de las primeras actividades en la que participan los pequeños desde una temprana edad son los idiomas. El inglés gana por goleada, ya que incluso es una asignatura escolar, por lo que además de desarrollar las habilidades lingüísticas de los pequeñosayuda a reforzar el rendimiento académico.
Desde la academia Multiidiomas Kids Brain de Córdoba, Loles Gil afirma que el inglés es la asignatura más demandada, con una gran diferencia respecto a las demás. Además, las edades también están más repartidas en este idioma que en otros, dado que los primeros grupos de clase surgen desde los cuatro años.
Aunque la iniciativa suele surgir de las familias, los niños encuentran un lugar para disfrutar y aprender a partes iguales. Algo distinto ocurre con los más mayores, quienes tienen la necesidad de optar a un nuevo idioma para cerrar expedientes de grado o para contabilizar en unas oposiciones. “No buscan aprender un idioma en sí, lo que quieren es el título oficial”, indica Gil.
De otro lado, desde hace varios años las lenguas asiáticas irrumpen con fuerza en las clases de las academias. El chino es el idioma más hablado del mundo y cada vez más personas están tomando conciencia de que aprenderlo puede abrirles un amplio horizonte laboral, sobre todo a adultos que por necesidades laborales vuelven a las clases para aprender el nuevo idioma.
Desde la Academia Oficial de Idiomas confirman que en Córdoba ha sido la única ciudad andaluza donde más ha crecido la demanda de chino. En otras provincias como Cádiz es el alemán, español para extranjeros y francés; en Granada, el italiano; en Huelva, el portugués; en Jaén, el francés e inglés; en Málaga, el francés; en Almería los idiomas español para extranjeros y francés; y en Sevilla los idiomas español para extranjeros e inglés.
Desde la academia Smaland en Córdoba, su directora, Cristina Rodríguez, indica que, aunque se imparte chino, lo más demandado en lengua asiática es el japonés, idioma cuya demanda ha ido aumentando progresivamente. En este caso el perfil de estudiantes que acuden a clase de japonés es muy similar. Se trata de jóvenes de 16 y 25 años que van a esas clases "por gusto" y que se han interesado por este idioma a raíz de "la cultura del manga", como lo explica la directora.
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