La Brigada Guzmán el Bueno X (BRI X), con sede en Cerro Muriano, sopla en estos días 35 velas y lo hace como mejor lo sabe hacer, de misión en Letonia y redoblando su servicio ciudadano dentro de la operación Balmis, en la que está inmersa el Ejército de Tierra en su lucha contra la crisis del coronavirus. La BRI X está realizando labores de desinfección en numerosos espacios desde que comenzó la crisis sanitaria y también en numerosas localidades de la provincia de Córdoba y de fuera de ella; además de ayudando a la Policía y a la Guardia Civil para que se cumplan las normas del Decreto de Alarma aprobado por el Gobierno.

La BRI X defiende que “está donde tiene que estar para apoyar a los más débiles en todo aquello que se le requiera”. “Nada supone mayor honra para nosotros que poder contribuir con los medios materiales y humanos que España pone en nuestras manos en paliar el sufrimiento de nuestra sociedad. Seguiremos esforzándonos día a día para no desmerecer la confianza que se ha depositado en nosotros”, indica. “Servir a los españoles con el noble oficio de las armas, es la guía de nuestro proceder. Así lo hicimos ayer, así servimos hoy y así cumpliremos mañana”, añade.

Es toda una vida –de momento, 35 años– la que lleva la Brigada en misión de servicio a España y al ciudadano, desde aquellos tiempos en los que se creó. La BRI X es heredera de aquella Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ XXI), con sede en Badajoz, que se constituyó el 10 de julio de 1965. Los efectivos de la BRIMZ XXI se trasladaron a Cerro Muriano en 1984, dando como fruto el 24 de abril de 1985 a la también BRIMZ XXI. El correr de los tiempos cambiaron el nombre de la misma y el 1 de julio de 1996 heredó el sobrenombre de Guzmán el Bueno y quedó encuadrada en la División Brunete Número 1.

La Brigada se creó a partir de la BRIMZ XXI que, constituida en 1965, tenía su base en Badajoz

Unos años más tarde, el 1 de enero de 2017, pasó a llamarse Brigada Guzmán el Bueno X por la adaptación a las brigadas orgánicas polivalentes. La BRI X es la primera gran Unidad española en integrarse en el Eurocuerpo (1 de octubre de 1995) y una de las primeras en participar en operaciones exteriores.

“Tanto con su denominación anterior (BRIMZ XXI) como con la actual (BRI X), esta Unidad ha participado en todas aquellas misiones que le han sido encomendadas a fin de asegurar los objetivos asignados”, detallan desde la BRI X. Refiriéndose a, por ejemplo, la de protección de objetivos civiles con motivo de elecciones autonómicas y municipales; la protección de objetivos civiles con motivo de la Conferencia de Paz de Madrid; el despliegue en la vía del tren AVE con motivo de la Expo 92; o la participación en la limpieza de las costas gallegas en la Operación Marea Negra Prestige.

Efectivos de la Brigada desfilan durante la celebración de la Inmaculada.

Actuaciones importantes todas ellas aunque menos llamativas que –la joya de la corona– su participación en misiones de paz internacionales, en escenarios tales como Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Líbano, Letonia e Irak –al servicio en algunas ocasiones de Naciones Unidas y en otras bajo bandera de la OTAN– además de su también participación en multitud de ejercicios de preparación de ámbito nacional y multinacional. Las misiones internacionales se acercan ya a la veintena desde que empezaran en 1994.

Un vistazo a las hemerotecas revelan que la primera misión fue entre los meses de abril y octubre de ese año en Bosnia-Herzegovina –bajo el mandato de Naciones Unidas– con Ramón Serrano como general jefe de la entonces BRIMZ XXI. Con el lema Sed fuertes en la guerra –su lema– por bandera, allí se participó en la escolta de cerca de 2.400 convoyes y en la distribución de 97.000 toneladas de ayuda humanitaria.

Además, se realizó la vigilancia de los acuerdos de alto el fuego, se dio seguridad a diferentes eventos, se contribuyó a la desmilitarización de Móstar y a la consolidación de los dos destacamentos ubicados en cada una de las partes de la ciudad, en que quedó dividida por la confrontación. Y en septiembre de ese mismo año se convocó por primera vez una reunión con todas las partes en conflicto para negociar un intercambio de prisioneros. El contingente estuvo integrados por 1.361 efectivos.

También, en 1998, la Brigada desplazó a 1.046 hombres y mujeres a Bosnia-Herzegovina, donde se atendió al incremento del retorno de desplazados, consecuencia de los Planes Cantonales de Retorno, y participó con la OSCE en la preparación de las elecciones generales en ese país de septiembre de 1998. Y en 2000 destacó en aquel país la Agrupación Española Córdoba XIII, en esta ocasión con la misión de vigilancia de la aplicación de los Acuerdos de Dayton, velando por el libre tránsito en la región, el respeto a los derechos humanos y la protección de refugiados y desplazados de regreso a sus territorios.

La BRI X ha participado en casi una veintena de misiones exteriores de paz y humanitarias

Las misiones a Bosnia-Herzegovina son solo un ejemplo para lo que vino después. Los distintos generales jefes de la Brigada siempre han insistido –los tres últimos, Antonio Ruiz Olmos, Aroldo Lázaro e Ignacio Olazábal, los que más– en que la Unidad está siempre preparada para servir allá donde se la requiera, lo que se traduce en misión internacional por año. Más concretamente, la Brigada ha formado parte de agrupamientos operativos y organizaciones para responder a compromisos nacionales e internacionales, del tipo Brigada Pesada (Bripes), Agrupación de Muy Alta Disponibilidad (Agtmad), Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF) o incluso la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF, Very High Readiness Joint Task Forcé).

En la sociedad cordobesa realiza otras misiones, como por ejemplo, la de mostrar la labor que realiza al alumnado que visita su sede de Cerro Muriano. “Cada año recibimos la visita de centros educativos, colegios e institutos, públicos y privados, de toda Córdoba, con una asistencia anual de aproximadamente 2.500 alumnos y 150 profesores”, detallan.

Una docena de militares a los que la BRI X no olvida

Funeral del cabo Francisco Javier Soria.

En sus 35 años de historia, la Brigada Guzmán el Bueno X (BRI X) ha perdido a una docena de efectivos en distintos actos violentos. El primero de ellos, Antonio Martín-Palomino, soldado de Infantería, falleció el 24 de abril de 1987 al volcar el vehículo que conducía durante unas maniobras en el Campo de Tiro y Maniobras de Chinchilla (Alicante).

Tras él perdió la vida, el 15 de junio de 1992, mientras realizaba prácticas de explosivos en el Campo de Tiro de las Navetas de Ronda, Málaga, el soldado de ingenieros José Castro. El tercer miembro de la Brigada en fallecer en acto de servicio, el 14 de diciembre de 1993, fue el cabo de Infantería José Adelardo Manzaneque, durante unos ejercicios de tiro en el Campo de Tiro de Cerro Muriano. El cuarto fue el alférez de Infantería Alberto García Baigorri, quien falleció el 14 de octubre de 1999 al volcar el vehículo que conducía durante unos ejercicios tácticos en San Gregorio (Zaragoza). Junto a él murió el soldado José Manuel Arquinbau.

Posteriormente, el teniente Antonio Montalbán murió el 26 de enero de 1996 mientras realizaba prácticas con explosivos en el Campo de Tiro y Maniobras de Cerro Muriano. Ese mismo año –el 20 de mayo– ETAasesinó en la avenida Carlos III de Córdoba al sargento Miguel Ángel Ayllón. Luego, el 28 de septiembre de 1988, perdió la vida cuando se dirigía al campo de maniobras de San Gregorio el sargento de Artillería José Bernardo Domínguez.

Ya en misión, murieron el 8 de agosto de 2001 los sargentos de Infantería Juan Cepedello y Enrique de la Rosa. Ambos sufrieron un accidente con el vehículo blindado en la fase de concentración para la misión humanitaria en Bosnia-Herzegobina. Después, el 17 de octubre de 2007 perdió la vida el cabo de Infantería Antonio Jesús Bonilla, al sufrir un accidente de tráfico con el vehículo Aníbal, en el desarrollo de una misión humanitaria en Kosovo. El último en morir, el 28 de enero de 2015, el cabo Francisco Javier Soria. Ocurrió mientras cumplía misión como casco azul de las fuerzas de la ONU en Líbano y “recibió fuego hostil que acabó con su vida”, destacan desde la Brigada Guzmán el Bueno X. La ONU confirmó que los disparos provenían del Ejército israelí.