Tres alimentos ricos en grasas que debemos suprimir de nuestra dieta
Las saludables, que encontramos en el aceite de oliva o el aguacate, se recomiendan ingerir, pero no las saturadas
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Las grasas son necesarias para nuestro organismo, ya que nos brindarán la energía que necesitamos para rendir en nuestro día a día, aunque, todavía así, no debemos excedernos con los alimentos que sean ricos en este macronutriente. Claro que, hablamos de grasas saludables, como las que nos proporciona el aceite de oliva o el aguacate, que igualmente repercutirán de manera positiva en la salud de nuestro corazón.
En cambio, el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas (grasas malas) está relacionado no solo con la ganancia de peso y, por lo tanto, con un mayor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, sino que también aumenta las posibilidades de padecer alguna enfermedad cardiovascular, pues su ingesta hace que se incrementen los niveles de colesterol malo.
Los alimentos que contengan estas grasas deberíamos dejarlos fuera de nuestra dieta o consumirlo de manera esporádica, para así controlar nuestro peso y cuidar nuestra salud. Vamos a ver tres ejemplos de ellos:
1. Bollería industrial
La bollería industrial y los productos relacionados como galletas, pasteles o bizcochos nos proporcionan altas cantidades de grasas saturadas, por lo que su consumo debería limitarse. Estos alimentos, además, apenas nos aportan nutrientes como fibra y minerales, aunque sí contienen sodio, como señalan desde Directo Al Paladar. Sin embargo, como también indican, no sería recomendable consumir el mineral en grandes cantidades.
Si nos apetece tomar un alimento dulce, sería más recomendable que lo cocinemos nosotros, aunque, en ocasiones, los ingredientes necesarios para llevar a cabo el cocinado también son ricos en este tipo de grasas tan poco saludables.
2. Embutidos
Los embutidos son muy utilizados en nuestra cocina, pues son alimentos muy socorridos, a los que en muchas ocasiones acudimos para prepararnos una merienda o una cena en poco tiempo: tan solo el que empleemos en cortar algunas lonchas y colocarlas dentro del pan.
Estos alimentos nos aportan proteínas, vitaminas del grupo B y algunos minerales como el hierro, el zinc o el fósforo, pero también una gran cantidad de grasas saturadas, que repercutirán de manera negativa en nuestro organismo. La morcilla, el chorizo o el salchichón son algunos de los que deberíamos evitar.
3. Snacks salados
Las patatas fritas o frutos secos de bolsa, las 'galletitas' saladas o las palomitas de microondas son algunos ejemplos de snacks salados que, por su aporte de grasas saturadas, deberíamos tomar de manera ocasional, pues si los ingerimos con frecuencia correríamos el riesgo de padecer las enfermedades mencionadas anteriormente.
Por lo tanto, cuando nos apetezca tomar un snack para calmar el hambre entre horas, sería más saludable acudir a algunos alimentos como frutos secos crudos, un crudité de verduras, entre las que podemos elegir la zanahoria, el pepino o el pimiento, o una pieza de fruta fresca, que nos aportará una gran cantidad de vitaminas y minerales.
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