En la emblemática Plaza de San Marco, se erige Plaza 28, una propuesta innovadora que combina lo tradicional de una cafetería con una experiencia única para familias. Juan Antonio y Loli, propietarios de Plaza 28, nos abren las puertas de este espacio para compartir su visión y los servicios que ofrecen.

Plaza 28 es más que una simple cafetería, puesto que mientras se puede disfrutar de las delicias clásicas, como sus reconocidas tostadas ibéricas y una gran variedad de dulces, lo que realmente diferencia a este lugar es su parquecito de bolas y zona de recreo para niños. Este espacio ha sido diseñado pensando en las familias que buscan un momento de relajación sin descuidar la diversión de los más pequeños. “Mientras los padres toman su café y charlan, los niños pueden jugar en un ambiente seguro”, nos comentan sus propietarios.

Parque de bolas de Plaza 28

Uno de los alicientes más destacados es su promoción de desayuno: al adquirirlo, los niños tienen acceso gratuito al área de juegos. “Es una manera de garantizar que tanto los padres como los niños tengan una experiencia completa en nuestro establecimiento”, añaden. El nacimiento de Plaza 28 surge de una necesidad personal. Juan Antonio, dueño de otros establecimientos en Sevilla, vio la oportunidad de ofrecer un espacio diferente. “Mi mujer y yo, con nuestra familia numerosa, veíamos la dificultad de encontrar lugares en el centro de Sevilla donde pudiéramos relajarnos y, al mismo tiempo, nuestros hijos pudieran jugar”, relata. Esta necesidad, sumada a la disponibilidad de un local vacío en una ubicación estratégica, dio vida a Plaza 28.

Plaza 28 en su interior

Asimismo, Plaza 28 también abre sus puertas para la celebración de cumpleaños y eventos personalizados, proporcionando un ambiente cómodo y divertido para todos los invitados. Si estás en Sevilla y buscas un lugar donde disfrutar de un buen café, una tostada ibérica de primera y, además, quieres que los niños se diviertan, Plaza 28 es el sitio que estabas esperando. Una propuesta innovadora que ha llegado para quedarse y revolucionar las mañanas y las tardes de las familias sevillanas.