Croquetas de gambas al ajillo, una delicia para atreverte a entrar en la cocina

Existen pocos manjares en la mesa como una buena croqueta. Croquetas para morirse de gusto como esta que aquí os vamos a presentar de gambas al ajillo. Porque se da la circunstancia de que todavía hay gente que no sabe distinguir una croqueta buena de una mala; que no se valoran el sabor, la forma y los ingredientes de la croqueta. La pasión y la dedicación con la que se elabora.

Las croquetas de gambas al ajillo son una de esas especialidades que te sirven para dar rienda suelta a tu creatividad e innovar tanto para sorprender a tus invitados con un aperitivo caliente como para entrante de un menú navideño, ahora que se acercan los días de fiesta, o a modo de tapa nocturna ligera durante una velada entre amigos. Hasta para los menos iniciados en estas lides representa toda una delicia para atreverse a entrar en la cocina.

Cómo crear las croquetas de gambas al ajillo

Para poder elaborar estas croquetas de gambas al ajillo vamos a necesitar medio kilo de gambas, tres dientes de ajo, cinco cucharadas de aceite de oliva virgen extra, dos vasos de leche, un vaso de caldo de pescado, 3 cucharadas de harina, sal, pimienta y perejil picado.

El primer paso que debemos llevar a cabo es pelar las gambas y poner a hervir las cáscaras y cabezas, aplastando las cabezas para que suelten su sabor durante unos 5 minutos. Colamos el caldo y lo guardamos.

Sofreímos el ajo picado en la sartén, junto a las gambas durante un par de minutos. A continuación añadimos el perejil y ponemos la harina, removiendo sin parar para que ligue con el aceite y no haga grumos. Incorporamos la leche y el caldo, mientras seguimos removiendo hasta que la masa se despega con facilidad de la sartén.

Cuando hemos terminado este proceso sacamos la masa en una fuente, la tapamos y esperamos a que enfríe. Llega el momento entonces de darle forma a nuestras croquetas de gambas al ajillo para pasarlas a continuación por huevo y pan rallado.

Por último, freímos las croquetas hasta que se doren las servimos ¡Seguro que os salen espectaculares!