Cómics

Vida de gata

  • Si caminando por las calles de Gotham oís su ronroneo, echad mano de vuestras joyas y carteras, ya que es posible que seáis sus próximas víctimas

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Creo no equivocarme al decir que el guionista norteamericano Tom King ha sido el mejor al plasmar la, tortuosa por momentos, relación de amor entre la Gata y el Murciélago, Catwoman y Batman, que tras sus máscaras son tan solo dos personas que sienten y padecen como el resto de los mortales bajo los nombres de Selina Kyle y Bruce Wayne.

Los que habéis seguido la larga etapa de King al frente de la colección del Señor Oscuro habéis disfrutado de lo complicada que fue esa historia de amor, con boda fallida de por medio y que, pese a todos los impedimentos, amenazas de muerte y diversos ataques, avanzó.

Y es precisamente en Interludio, la historia que protagoniza este volumen, donde vamos a conocer más a fondo a un cincuenta por ciento de esa peculiar pareja. Retrocederemos en el tiempo para ver como la relación Kyle-Wayne ya se inició, de manera totalmente inconsciente desde la época de la niñez, en la que una rebelde Selina, ingresada en un orfanato, da muestras de sus habilidades para hacerse con lo que no es suyo, escapando a las peligrosas calles de Gotham una y otra vez, teniendo una especial predilección por los gatos callejeros como ella y dejando bastante claro que su futuro camino la llevaría por un sendero criminal.

Las hojas del calendario irán cayendo, rápidas, y vamos a ver episodios de la vida de la protagonista de esta historia, y esa intermitente relación de amor-odio que le une para siempre al Murciélago enmascarado, al que en más de una ocasión se enfrenta en los tejados de la urbe.

Pero dicen que el amor todo lo puede, hasta enderezar el camino delictivo de una persona. Y así será en el futuro, cuando la relación con Bruce Wayne se convierta en algo estable, y juntos traigan al mundo una nueva vida, existencia que ambos compartirán hasta que lo inevitable acontezca…

Más allá de trajes ajustados, máscaras y capas, esta historia nos deja ver a las personas que hay tras esos uniformes, esbozando un genial retrato de estos personajes, como casi ningún autor ha hecho.

Pero este volumen es también un homenaje a un gran ilustrador, un maestro del blanco y negro, un gran nombre de las viñetas que se ha ido demasiado pronto, dejándonos a los lectores su legado, una herencia rica en obras geniales, únicas.

Su nombre es John Paul Leon, y éste es su último, e inacabado, trabajo. La cruel enfermedad nos lo ha arrebatado. Más tenemos la suerte de volver una y otra vez a disfrutar de las aventuras de Static, revivir las peripecias de los Winter Men o Mother Panic, entre otras docenas de páginas que inundó con su inconmensurable talento artístico.

Y es por ello que este volumen especial se completa con tres historias cortas, pero no por ello menos atractivas, tres brillantes extraídos de su trayectoria. La primera protagonizada por El Acertijo, que está obsesionado por encontrar la respuesta al enigma planteado por Lewis Carroll; A continuación, el enmascarado Question toma la batuta y el volumen se cierra con un relato muy especial, también protagonizado por un villano del universo Batman, Mr. Freeze.

Aunque eso no es todo, aún hay más, mucho más. Una ingente galería de pin ups firmados por lo mejorcito de la profesión y unos textos, en los que nombres como Michael Davis o Kurt Busiek rememoran su relación con el desaparecido autor.

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