Cómete Córdoba

El sabor de un Patio

  • El Patio de María es un gastropatio, el único rincón del mundo declarado patrimonio de la humanidad donde se puede picar una sabrosa tortilla de patatas.

EL PATIO DE MARIA. Dirección: C/ Don Rodrigo, 7. Teléfono: 633 539 852. Web: www.elpatiodemaria.es Horario: de 13:00 a 18:00 y de 20:30 a 24:00 

CAFETERÍAS, tabernas, restaurantes, mercados gourmet... conceptos que asociamos a gastronomía,a sabor, a #cometecordoba, sección que nació ante la importancia de informar de todo lo que encierra Córdoba, no solo de su cocina; sino de futuro, de desarrollo, de ilusiones…Y de esos rincones inolvidables, que descubrimos para que el lector sienta la experiencia de un viajero descubriendo lugares desconocidos.

Los Patios de Córdoba son hoy noticia internacional, estamos en pleno concurso de este bien declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Miles de viajeros de todo el mundo nos visitan intentando captar lo intangible; el alma de los patios. Y si hay algo que puede acercar a la "esencia" de este patrimonio es la gastronomía. "El sabor" de su historia, contada mientras se degusta una receta a la sombra de un limonero, es posible aquí, en El Patio de María.

Único, entre los más de 60 abiertos al público, que ofrece los servicios de "Gastropatio", el único rincón del mundo declarado patrimonio de la humanidad donde se puede "picar" una sabrosa tortilla de patatas elaborada por un gallego, José Vila… ¿Surrealista, no? Imaginad la sorpresa de los turistas cuando en mitad de una ruta de patios encuentran este espacio, diferente a todo lo que han visto, en el que al aroma de las flores se suma el aroma de nuestra cultura culinaria…. Como si lo intangible e inmaterial aquí se pudiera tocar.

María Fernández, dueña y habitante de esta casa, convive con una representación importante en la historia de estas casas de vecinos; su gata Piú y el jilguero Joselito.

Con su pareja, José Vila, mantienen todo el año abiertas las puertas, gracias al Gastropatio de María, que nació del alma de los patios: compartir.

-María, ¿cómo una licenciada en Geografía e Historia emprende la aventura de comprar, reformar y vivir, con una filosofía de vida anclada en la tradición de compartir espacios comunes, en la que la intimidad de tu casa adquiere otro significado? ¿Y no solo eso, sino que además ofreces la posibilidad de disfrutar cualquier día del año de la paz que rodea esta vida?

-Me crié en una casa patio desde pequeña. Sentimientos como felicidad, tranquilidad, paz… van vinculados a estos patios. Compartir zonas comunes, momentos inolvidables, ése es mi recuerdo, ésa es el alma de los patios, que siempre ha estado ahí… que no se puede describir. Cuando recibieron el reconocimiento mundial de la Unesco fuimos noticia internacional, Córdoba albergaba un tesoro intangible… era hora de compartir.

Hace 16 años, con la compra de esta casa, tuve claro que sería no solo una vivienda, sino un proyecto de vida, fue tiempo de reformas, selección de flores, mezcla de sentimientos encontrados en mi madurez que me sorprendieron, quería volver a la armonía y equilibrio de la infancia a través de aromas y recuerdos; conseguí terminar de adecuar esta vivienda y, lo más difícil, encontré "el alma" de este patio. Lo demás fue llegando… las "quedadas" de amigos se instauraron aquí como algo habitual, atraídos por la magia del patio, siempre teníamos las puertas abiertas, y como la hospitalidad es inherente a esta vida, los turistas que entraban curiosos se integraban con amigos, familiares… Compartíamos con ellos no solo la sombra de este "refugio", sino que transmitíamos sentido a la palabra "intangible". Hace dos años, reconocí en mi interior que debía de dar un paso más, no solo quería vivir como en mi infancia. Pero algo más me causaba inquietud… Decidí que era mi etapa de desarrollar mi hobby (la cocina), mi filosofía (la armonía) y, mi espíritu emprendedor, y abrí El Patio de María.

-¿Qué aporta este lugar a #cometecordoba?

-Como la propia Unesco declara en el 2012, aportamos algo inmaterial, intangible, etéreo… No es solo el sabor de nuestra sencilla carta basada en la tradición, pucheros de cocido, tortilla de papas… Es el recuerdo inolvidable, del sonido de la fuente, del aroma, del colorido… Aderezado con un vino, con una sencilla tapa… y con compañía… Aún no puedo describir después de tantos años que la soledad en los patios no existe. Muchos encuentran aquí lo que entre una multitud no han encontrado… Sentido y sentimientos encerrados en nuestros patios esperando a ser percibidos por todo aquel que cruza sus puertas.

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