Entre la razón y la locura | Estreno en Filmin

Dos hombres y un diccionario

Mel Gibson y Sean Penn, tanto monta, monta tanto, en una imagen del filme.

Mel Gibson y Sean Penn, tanto monta, monta tanto, en una imagen del filme.

Estrenada directamente en España a través de Filmin, Entre la razón y la locura reúne a dos veteranas estrellas en horas bajas, unos Mel Gibson y Sean Penn peinando canas y mesándose las barbas, para poner rostro y emociones de telefilme caro de época a la historia real de la gestación del famoso Oxford English Dictionary que, iniciado en 1857, vio al fin su primera publicación completa en 1928 sacando a la luz todas las palabras y conceptos de la lengua inglesa con su correspondiente genealogía.

Esos rostros son los de James Murray, profesor escocés y eminencia lingüística (Gibson) al mando del monumental encargo, y el inestable cirujano militar norteamericano William Chester Minor (Penn), ayudante esencial en la tarea desde la celda de la institución psiquiátrica en la que estaba recluido tras el asesinato en 1872 de un ciudadano inglés cometido en pleno estado alucinatorio.

A partir de la novela de Simon Winchester y un guion firmado por John Boorman, la película acomete así la tarea de trazar en paralelo las dispares vidas de estos dos personajes destinados a encontrarse justo a la hora de metraje en un reconocimiento mutuo de su labor casi mesiánica enfrentada a dos instituciones, la académica y la médica, que no salen precisamente bien paradas en su retrato represor y poco dado a la flexibilidad o las innovaciones. Entre ambos, un amable celador y la esposa del asesinado ocuparán un lugar esencial para la necesaria catarsis redentora.

Trazada desde los preceptos del cuidado diseño de producción y cierto esquematismo de ida y vuelta en la relación honorable entre estos dos hombres tan distintos pero hermanados en un destino común, Farhad Safinia deja rienda suelta a sus stars para su particular tour de force del tesón y la lucidez a la locura y la expiación, perchas que Gibson y Penn componen desde una cierta contención el primero y la habitual tendencia al histrión por parte del doble ganador del Oscar por Milk y Mystic River. A su lado, Steve Coogan, Eddie Marshan o Stephen Dillane en sobrios papeles secundarios le dan al producto cierto empaque de prestigio british tan del gusto académico.  

Dejado un poco de lado el interés por las palabras y términos del Diccionario, su valor histórico y la construcción de un verdadero y dinámico legado humanista a través de ellas, la película acaba sucumbiendo a las derivas dramáticas y sentimentales que la convierten en una apuesta de lujo algo inane ideal para amantes de la Cultura y la Historia con mayúsculas y en versión simplificada.