Rabiye Kurnaz contra George W. Bush | Crítica

Madre coraje a la turca

Alexander Scheer y Meltem Kaptan, abogado y madre coraje en Washington.

Alexander Scheer y Meltem Kaptan, abogado y madre coraje en Washington.

Basado en el caso real de la madre de origen turco de un sospechoso de terrorismo detenido y torturado en Guantánamo tras los atentados del 11-S que litigó contra el mismísimo presidente Bush en los tribunales norteamericanos para traer a su hijo de vuelta a casa, el filme de Andreas Dresen (Verano en Berlín) asume ciertas formas del cine de procedimiento legal y judicial aunque se desvía del tono y el suspense habitual del género para poner el foco en la singularidad arrolladora de su protagonista.

En efecto, y a pesar de las cronologías y las idas y venidas, que nos llevan de Dresde a Berlín y de Ankara a Washington, Rabiye Kurnaz termina siendo un filme sobre la realidad inmigrante turca en Alemania sin los estigmas de marginación habituales, pero sobre todo un retrato de esa madre, interpretada aquí por una Meltem Kaptan en modo libre, que vive el proceso de la desaparición, el secuestro y la revelación de las vejaciones y privación de derechos de su hijo mayor con una extraña mezcla de fortaleza, decisión y desparpajo que la convierten, primero a los ojos del abogado fiel que se hace cargo del caso y luego a los de todos los políticos y personajes que se cruzan en su camino, en un excéntrico prototipo de madre coraje.

A Dresen no parecen interesarle demasiado las formas, más bien propias del telefilme costeado, ni tampoco la escalada de suspense o tensión en la resolución del caso, lo que deja definitivamente su película en manos de nuestra empatía o nuestra capacidad de asombro ante la personalidad de su protagonista. Entre la vulgaridad y la desdramatización, en versión original o traducida, para lo bueno y para lo malo, o está usted con Rabiye Kurnaz incondicionalmente o este filme no le dará otras satisfacciones.