Cine

El cine español, concentrado en Sevilla por los Goya, conmocionado por la muerte de Carlos Saura

Carlos Saura con una imagen de Lola Flores en 'Sevillanas' detrás.

Carlos Saura con una imagen de Lola Flores en 'Sevillanas' detrás. / EFE

El mundo del cine español concentrado en Sevilla está conmocionada tras conocer la muerte de Carlos Saura solo un día antes de que la Academia de Cine le condecorase con el Goya de Honor por toda una vida dedicada al cine; tristeza que ha empañado el protagonismo que correspondía a Juliette Binoche, Goya internacional de este año.

Solo unas horas antes, su hija Anna y su hijo Antonio, ambos cineastas, llegaban emocionados a la ciudad de Sevilla para cumplir con los deseos de su padre: subir al escenario, junto a Eulalia Ramón, su esposa, y recoger en su nombre el galardón, ya que su precaria salud y sus 91 años desaconsejaban el viaje.

Anna Saura recordaba el último acto público en el que participó su padre, en octubre pasado en el Ateneo de Madrid, para presentar su espectáculo teatral sobre Federico García Lorca, "Lorca enamorado", junto a la cantante India Martínez.

Estaba previsto que tanto Eulalia Ramón, como su nuera Ruth Gabriel, llegasen el sábado a Sevilla para celebrar el acontecimiento y leer una carta que el propio Saura había escrito para la ocasión. El reconocimiento tendrá que ser póstumo, aunque no será la primera la vez que esto ocurra.

El primero fue el productor Emiliano Piedra, fallecido en 1991, cuya viuda Emma Penella recogió su premio en la sexta edición de los Goya; el segundo, el actor Rafael Alonso, premiado en la edición número trece, que falleció el año anterior, 1998.

Según ha confirmado el presidente de la Academia, Fernando Méndez Leite, visiblemente afectado por la muerte de su amigo, el homenaje se celebrará tal y como estaba previsto, sin apenas cambios.

Méndez Leite se ha emocionado al reconocer que su estado de salud se había deteriorado en los últimos días, "pero no esperábamos que esto fuera a ocurrir", ha añadido.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la comunidad cinéfila que poco a poco iba llegando a Sevilla, hasta ese momento preocupados solo por el vendaval y la temperatura más baja de lo esperado, preparando discursos y trajes de gala y buscando a los responsables de la organización, absolutamente demolidos por la noticia.

En ese contexto, la rueda de prensa de Juliette Binoche se ha convertido en una reunión triste que la francesa ha vadeado con amabilidad consternada.

La muerte de Saura, condecorado por ser "uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español", ha marcado de manera involuntaria la 37 edición de unos premios de los que el autor de Cría cuervos podría estar orgulloso.

Una de las más jóvenes aspirantes a mejor directora de los Goya 2023, Pilar Palomero, en competición con La Maternal, ha confesado a EFE que se ha educado en el cine de este maestro al que ha vuelto una y otra vez, "con toda la humildad -agrega- ojalá algo de eso esté en lo que yo hago".

"Para la generación que estamos haciendo películas ahora -añade la directora de Las niñas- siento que su huella está muy presente". Su partida "va a afectar a la fiesta de mañana porque es muy triste perder a un gran director, pero también va a ser un homenaje sentidísimo y una manera bonita de despedirnos de él", ha asegurado.

A sus 91 años, Saura acababa de estrenar en las salas españolas su última obra, Las paredes hablan, un documental en el que muestra su gran curiosidad por el arte con un diálogo entre los grafiti y las pinturas rupestres, una mirada nonagenaria y a la vez, completamente nueva.

En sus últimas palabras a EFE, hace poco más de una semana, el aragonés declaraba que él no había hecho cine "para agradar a nadie o para recibir reconocimiento", sino porque le gustaba. "Pero, desde luego, siempre es un halago que el trabajo que uno hace lo vea la gente, que les haga pensar y que lo aprecien".

Respecto al legado, decía, "es algo que no he pensado porque no me preocupa, tengo cientos de dibujos, cientos de fotosaurios, negativos de mis fotografías". "Cuando me muera, que hagan lo que consideren. De lo que más orgulloso me siento es de mis siete hijos, seis chicos y una chica".

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