Festival de Venecia

José Mujica, una estrella sin alfombra roja

  • Dos películas abordan en la Mostra la figura y el legado del ex presidente de Uruguay

  • Una de ellas, 'La noche de 12 años', está protagonizada por el malagueño afincado en Sevilla Antonio de la Torre; la otra, documental, la firma Emir Kusturica

José Mujica, junto al director de cine Álvaro Brechner en el Festival de Cine de Venecia.

José Mujica, junto al director de cine Álvaro Brechner en el Festival de Cine de Venecia. / Efe

Los traumas del pasado cargan en un saco que impide a la gente progresar, por lo que "lo importante de la vida es el mañana", concluye siempre que piensa en su antiguo cautiverio durante la dictadura en su país el ex presidente de Uruguay José Mujica.

Mujica ha sido uno de los protagonistas del Festival de Cine de Venecia en la jornada de esta domingo. Protagonista de excepción, pero sin alfombra roja (ya se sabe que ha hecho de la sencillez su bandera) y además por partida doble, ya que dos películas sobre su figura han sido incluidas en la presente edición de la Mostra: El Pepe: una vida suprema, de Emir Kusturica, y La noche de 12 años, de Álvaro Brechner.

Esta última cinta, que compite en la sección Horizontes y está protagonizada por el malagueño afincado en Sevilla Antonio de la Torre, trata de los años de cautiverio y aislamiento que padeció Mujica durante la dictadura militar uruguaya (1973-1985), junto a otros líderes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.

Ante la pregunta de cómo evitó caer en la tentación de la venganza tras pasar y superar una situación extrema como la que él sufrió, ha explicado Mujica que "la naturaleza nos puso los ojos hacia delante". Es decir, para no mirar atrás. "Hay cosas del pasado que hay que cargar en una mochila y andar con ella. Y hay cuentas que no las paga nadie. No sirve de nada intentar cobrarlas, porque entonces no se vive para delante. Y lo importante de la vida es el mañana", ha dicho.

Mujica), en los canales de Venecia junto al director uruguayo Álvaro Brechner (izquierda), el actor Antonio de la Torre y el intérprete uruguayo Alfonso Tort. Mujica), en los canales de Venecia junto al director uruguayo Álvaro Brechner (izquierda), el actor Antonio de la Torre y el intérprete uruguayo Alfonso Tort.

Mujica), en los canales de Venecia junto al director uruguayo Álvaro Brechner (izquierda), el actor Antonio de la Torre y el intérprete uruguayo Alfonso Tort. / Efe

Y es que Mujica está convencido de que "el hombre aprende mucho más de la adversidad, siempre que no lo destruya, que de la bonanza". Eso fue, y bien grande, su largo confinamiento, que lo condenó a una "soledad que muerde", ha recordado el ex mandatario. "El ser humano es gregario, notoriamente gregario, no puede vivir en soledad, no es un felino. Y la soledad es uno de los castigos más duros, seguramente", h añadido.

Tras esa experiencia, Mujica logró la hazaña, considerando desde dónde partía, de llegar a gobernar su "pequeño país". "Hoy que estoy viejo y miro en perspectiva, la historia de los luchadores sociales y políticos es un montón de cristales rotos, de los cuales van quedando pedacitos que son escalones de avance de la civilización", ha defendido tras poner como ejemplos la jornada laboral de ocho horas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la jubilación como principales logros.

"Cualquier cosa es ya populismo. Es una palabra que ya no signifca nada. Yo saco esta conclusión de que populista es todo con lo que uno no está de acuerdo"

"Cantidad de cosas que la gente tiene como amortizadas hoy fueron el producto de las luchas de gente que quería cambiar el mundo y que soñaban mucho más, ¿verdad? y que fracasó, pero quedó algo", ha abundado Mujica, que se ha resistido a hablar de su legado porque le parece una "vanidad de vanidades". "¿Qué es el legado de un tipo en la inmensidad del universo? Somos menos que un piojo. Eso que nos parece fantástico no compone un átomo de hidrógeno del universo. El legado es haber vivido con aciertos, con errores, con ganas de vivir. Y como toda cosa viva, condenada a morir".

Pero también ha hablado de asuntos del presente. Por ejemplo, se ha mostrado partidario de que la América hispanohablante se dotara de una entidad similar a la Unión Europea. Aun cuando tuviera sus "contradicciones", ha matizado. "De Europa no me gustaría copiar el uso que se está haciendo del término populista", ha lamentado. 

"Esa palabra yo no la uso porque la usa hoy en día la gente lo mismo para un barrido que para un fregado. Los que votan en Alemania por los neonazis son populistas, pero es que en Nicaragua son populistas también por lo visto. Entonces, cualquier cosa es populismo, ¿no? Yo saco esta conclusión: todo con lo que no se está de acuerdo, todo lo que molesta, es populista. Es una categoría que ya no significa absolutamente nada", ha sentenciado Mujic.

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