Por dignidad y justicia
Contenido ofrecido por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Córdoba
La Justicia Gratuita es un derecho fundamental que garantiza que la falta de recursos económicos no sea un impedimento para acceder a la tutela judicial efectiva
Cada 12 de julio la Abogacía conmemora el Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio, una jornada dedicada a reconocer la labor esencial de los abogados y abogadas que, de manera generosa y vocacional, trabajan las 24 horas del día, durante los 7 días de la semana para defender los derechos de la ciudadanía. A través de los colegios de la abogacía, estos profesionales prestan un servicio público fundamental para asegurar el acceso a la Justicia de quienes más lo necesitan.
La Justicia gratuita, un derecho fundamental
La Justicia Gratuita es un derecho fundamental que garantiza que la falta de recursos económicos no sea un impedimento para acceder a la tutela judicial efectiva. La Justicia Gratuita no solo facilita el acceso a los tribunales, sino que incluye además el asesoramiento jurídico y especializado previo, cumpliendo así una función preventiva.
Hoy, 12 de julio, celebramos la entrega y el compromiso de la Abogacía de Oficio, pues su trabajo sostiene el Estado de Derecho. Y decimos “celebramos” porque, pese a las reivindicaciones pendientes y al olvido institucional que, en muchas ocasiones, sufre este servicio público esencial, hay mucho que reconocer y agradecer. Especialmente a quienes, desde la abogacía, sostienen cada día la garantía de acceso a la justicia para miles de personas en situación de vulnerabilidad.
La situación en Córdoba
En Córdoba, el Turno de Oficio representa la cara sacrificada de nuestra profesión. Profesionales que atienden guardias de madrugada, que acuden a centros de detención, que representan con rigor y dedicación a personas que, sin ellos, no podrían ejercer su derecho de defensa. Esa labor callada, constante y muchas veces invisible y poco reconocida, es un pilar irrenunciable de nuestro Estado de Derecho.
Por eso, desde el Colegio de la Abogacía de Córdoba, hoy queremos rendir un homenaje explícito a esos abogados y abogadas que integran el Turno de Oficio. Su trabajo, su entrega y su vocación son motivo de orgullo para nuestra institución y para toda la ciudadanía. Este año, además, hemos tenido la oportunidad de reconocer de forma especial a quienes han dedicado 25 años de su vida profesional a prestar el servicio de Justicia Gratuita. Con motivo de esta efemérides, les hemos hecho entrega de los Diplomas de la Justicia Gratuita, un sencillo pero merecido acto de gratitud institucional a quienes han dado tanto por la justicia social en nuestra tierra.
Reivindicaciones y carencias
Pero no podemos quedarnos solo en el reconocimiento simbólico. Esta jornada debe servir también para alzar la voz. Porque, un año más, las promesas incumplidas y la falta de respuestas efectivas por parte de las administraciones siguen pesando demasiado sobre los hombros de más de 40.000 abogados y abogadas del Turno de Oficio en todo el país. La abogacía de oficio sostiene derechos, acompaña, protege y dignifica. No puede seguir siendo ignorada.
La Justicia Gratuita y el Turno de Oficio son hoy más necesarios que nunca. Los datos lo confirman: cada vez más ciudadanos solicitan justicia gratuita y muestran altos niveles de satisfacción con este servicio. Y es la Abogacía de Oficio la que hace posible que decenas de miles de personas puedan ejercer sus derechos cuando más lo necesitan. Sin embargo, q los profesionales siguen enfrentándose a baremos obsoletos, a actuaciones no remuneradas y a importantes desigualdades territoriales dentro del país. La dignidad profesional no puede seguir en lista de espera. La sostenibilidad de este servicio público esencial no puede depender de la vocación de quienes, junto a los Colegios de la Abogacía, cargan con todo el peso operativo y organizativo del servicio, sin apenas apoyo y con una compensación económica que dista mucho de la que se merecen nuestros profesionales.
El mejor camino a seguir para el futuro
Necesitamos avanzar, y hacerlo ya. La reforma de la Ley de Justicia Gratuita es urgente. Debe responder a criterios de equidad, de actualización económica y de reconocimiento institucional. Pero mientras esa ley llega, deben tomarse medidas inmediatas: actualizar baremos automáticamente, pagar todas las actuaciones, garantizar abonos puntuales y acabar con los desequilibrios existentes.
Es cierto que, en Andalucía, gracias a la estrecha colaboración del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados con la Consejería de Justicia, se ha avanzado mucho en los últimos años por mejorar las condiciones en las que los profesionales de la Abogacía prestan este servicio.
Pero aún queda mucho por hacer y es por ello que desde este Colegio seguiremos reclamando más recursos, más medios, y la creación de nuevos turnos especializados, como el de infancia y adolescencia, que se hace imprescindible en una sociedad moderna y garantista. Ampliar los servicios de guardia y mejorar las condiciones de los profesionales que los atiende no es un lujo: es una necesidad para asegurar una justicia accesible y de calidad para todos.
El Turno de Oficio no es una solución de segunda, ni un servicio residual. Es la garantía de que ninguna persona se queda fuera del sistema por no tener recursos. Es una trinchera de legalidad y un compromiso constante con los valores de igualdad y justicia. En muchos casos, es la única puerta que permanece abierta cuando todas las demás se han cerrado.
Por eso, en este 12 de julio, más que una celebración, lanzamos una reivindicación clara: dignidad para quienes sostienen la justicia gratuita. No se trata solo de justicia para los ciudadanos, sino también de justicia para quienes les defienden. Porque cuando se dignifica a la abogacía de oficio, se fortalece el sistema judicial en su conjunto.
Desde Córdoba, y con la voz unánime de la abogacía institucional, seguiremos trabajando, reclamando y exigiendo. Lo hacemos no por interés corporativo, sino por sentido de responsabilidad y por compromiso con una sociedad más justa. Lo hacemos por quienes hoy ya no están, pero dedicaron su vida a este servicio. Y lo hacemos, sobre todo, por quienes cada día siguen diciendo “sí” al Turno de Oficio, con profesionalidad, con sacrificio y con dignidad.
Porque garantizar derechos no puede seguir esperando.