Cuidados recomendados después de un tratamiento de curetaje dental
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Son numerosos los aspectos que pueden derivar en que una persona sufra una enfermedad periodontal, desde una mala higiene bucodental hasta incluso factores genéticos, así como el simple hecho de fumar. Sea cual sea la causa, es fundamental llevar a cabo un raspado no solo de la placa bacteriana, sino también del sarro justo debajo de la línea de las encías, así como en las raíces de cada pieza dental. Este proceso es conocido bajo el nombre de curetaje dental.
Tras acabar por completo con las sustancias nocivas, llega el momento de alisar las superficies. Es entonces cuando el tratamiento se da por concluido, por lo que conviene realizar una serie de cuidados. Pero, ¿cómo llevarlos a cabo? Para averiguar exactamente los pasos a seguir nos hemos puesto en contacto con Clínica Gingiva, una Clinica Dental en Córdoba especializada en implantes dentales.
Evita comer mientras dure la anestesia
Lo primero que has de saber es que el proceso de raspado y alisado radicular no acarrea la más mínima sensación de dolor. Tal vez te estés preguntando cómo es esto posible si el profesional encargado de tu caso hace uso de instrumental específico para eliminar elementos que llevan meses o años formando parte de las encías y de las raíces de los dientes. Básicamente, es debido a la anestesia.
Cuando finaliza el curetaje dental, la anestesia permanece surtiendo efecto durante un mínimo de dos horas, aunque el período de algunos pacientes es todavía mayor, alcanzando las cuatro horas en total. Sea cual sea tu caso, es de vital importancia que no comas.
Ten en cuenta que, debido a la anestesia, podrías morderte sin notarlo, factor que derivaría en sufrir importantes heridas. Para que no suceda, evita la ingesta de alimentos hasta que notes que has recuperado la sensibilidad en la boca.
Reduce la inflamación con la ayuda de hielo
Hasta que dure la anestesia estarás muy bien, pero es probable que, cuando se pasen sus efectos, empiece a surgir una mayor o menor sensación de dolor que puedes mitigar de varias maneras. La primera de ellas consiste en tomar los medicamentos que te haya recetado el odontólogo.
Pero, ¿y si no es suficiente? Debido al proceso de raspado y posterior alisado, la zona afectada se inflama, con todo lo negativo que esto acarrea en términos de dolores. En el supuesto caso de que la medicación no proporcione el efecto deseado, puedes recurrir al hielo.
El frío aplicado localmente se convierte en el principal aliado de los pacientes que se someten a un curetaje dental, sobre todo durante las primeras horas. Para que a ti también te alivie reduciendo la inflamación y, por ende, el dolor, lo único que tienes que hacer es envolver el bloque de hielo o cualquier otro objeto a muy baja temperatura, ayudándote para ello de un paño que evitará que se te queme la piel por estar en contacto con el elemento helado.
En este sentido, es esencial que vayas haciendo descansos, ya que un contacto demasiado prolongado acabaría traduciéndose en problemas en la piel. Lo mejor es estar con el hielo durante un cuarto de hora y, tras reposar durante el mismo período, volver a iniciar el proceso.
No comas alimentos duros o irritantes
Si la inflamación y el dolor te están dando la lata, probablemente no quieras comer nada, pero estos efectos duran muy poco. Tarde o temprano desaparecerán por completo, así que querrás recuperar tu ritmo normal de vida, empezando por la alimentación. Sin embargo, debes ir poco a poco.
No conviene incorporar a la dieta los alimentos duros que tan perjudiciales llegan a ser para un paciente que acaba de someterse a un curetaje dental. Lo mismo hay que decir de aquellos que son irritantes para las encías que todavía estarán muy sensibles.
El odontólogo a cargo de tu caso te dará las pautas de alimentación idóneas para tu caso en concreto, pero en líneas generales suelen recomendar una dieta blanda que evite por completo las bebidas y los alimentos a elevada temperatura, así como aquellos que sean cítricos o ácidos.
Realiza una buena higiene bucodental
Como hemos dicho antes, es muy habitual que la enfermedad periodontal venga dada por una deficiente higiene bucodental, así que después de un curetaje, conviene evitar cometer el mismo error.
Un día después del curetaje ya podrás cepillarte los dientes con normalidad, aunque es recomendable hacerlo con cepillos manuales o eléctricos cuyas cerdas sean suaves. Adicionalmente, los interproximales te serán de gran ayuda para prevenir las enfermedades de las encías.
Ahora que ya sabes qué cuidados específicos recomiendan los profesionales, asegúrate de llevarlos a cabo después de finalizar tu tratamiento de curetaje dental. Así te recuperarás al cien por cien del proceso que habrá tenido lugar en la clínica dental de tu elección y obtendrás un resultado sobresaliente en todos los sentidos.
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