La noticia de la muerte de una joven alérgica a la proteína de la leche de vaca después de consumirla en un bar en Ciudad Real, en el que se encontraba con un grupo de amigos,  ha causado consternación y preocupación entre la población. Al parecer, y pese a que la joven se llevó su propia cápsula y advirtió sobre la alergia que padecía, el café se contaminó de forma cruzada al mezclarse en un recipiente de uno anterior que tenía leche. La chica, que se encontraba con amigos en unas jornadas de convivencia religiosa,  enseguida sintió los primeros síntomas de una reacción anafiláctica y pudo administrarse su propia medicación. Sin embargo, esto no fue suficiente y horas más tarde falleció en la UCI del hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan. Pero, ¿Cómo se produce la muerte por alergia a la lactosa?, ¿Cómo se puede actuar de forma temprana?

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¿Cómo se produce la muerte por esta alergia?

La proteína de la leche de vaca es uno de los alérgenos alimentarios más comunes, y puede causar una variedad de síntomas que van desde leves hasta potencialmente mortales. La alergia produce una  respuesta inmunológica exagerada del cuerpo a una o más proteínas presentes en la leche de vaca. Cuando una persona alérgica a la proteína de la leche de vaca consume alimentos que la contienen, su sistema inmunológico produce anticuerpos que desencadenan una respuesta alérgica. Esto hace que se liberen sustancias químicas que pueden provocar que el cuerpo entre en estado de choque: la presión arterial disminuye de repente y las vías respiratorias se estrechan, lo cual impide la respiración. Los signos y síntomas comprenden pulso débil y acelerado, sarpullido y náuseas y vómitos. Esto se conoce como shock anafiláctico, la consecuencia más grave de las alergias.

Los síntomas de anafilaxia habitualmente se manifiestan dentro de los minutos posteriores a la exposición a un alérgeno. No obstante, en ocasiones, la anafilaxia puede manifestarse media hora después de la exposición o más tarde, rara vez ocurre más de una hora después.

En este caso, como hemos señalado, los síntomas tardaron pocos minutos en aparecer por lo que el avance de la respuesta inmunológica se extendió muy rápido al resto del organismo provocando una parada cardiorrespiratoria que provocó la muerte a la joven. "La consternación es muy grande en Manzanares", señala el Consistorio. El instituto 'Azuer', en el que estudiaba, y diferentes asociaciones de las que formaba parte o había participado, como el coro de voces blancas de 'Mansil-Nahar' y la agrupación de música y danza 'Manuel de Falla', entre otras, han expresado en redes sociales su tristeza "por tan inesperado y prematuro adiós".

Diferencias entre la alergia a la proteína de leche y la intolerancia a la lactosa 

Es importante tener en cuenta que la intolerancia a la lactosa y la alergia a la lactosa son dos condiciones muy diferentes, aunque comparten algunos síntomas similares. Pese a que la diferencia puede ser confusa, las consecuencias finales difieren en gran medida. La intolerancia a la lactosa es la incapacidad del cuerpo para digerir adecuadamente la lactosa debido a una deficiencia de lactasa. Esto significa que la lactosa no se descompone completamente en el intestino delgado, lo que puede dar lugar a una serie de síntomas desagradables, aunque no graves. 

La intolerancia a la lactosa puede ser primaria, lo que significa que es causada por una disminución natural de la producción de lactasa con la edad ; o secundaria, causada por una enfermedad o afección que daña el intestino delgado. Los síntomas más comunes suelen ser:  síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea.

Por otro lado,  la alergia a la lactosa es una respuesta inmunológica anormal a la proteína de la leche, más que a la lactosa en sí misma,  que puede llegar a causar la muerte como ha sucedido en el caso de la joven de Ciudad Real. Esta alergia es la tercera causa más frecuente de alergia alimentaria tras la alergia a proteínas de huevo y pescado, y es la más prevalente durante el primer año de vida.

En estos casos, el sistema inmunológico de una persona que es alérgica a la lactosa identifica las proteínas de la leche como una sustancia extraña y desencadena una respuesta alérgica. Esto puede provocar  manifestaciones clínicas que pueden ir desde desde leves, como prurito oral, hasta una anafilaxia (como en el caso que nos ocupa).  Podría definirse también como una reacción "explosiva" del sistema inmune hacia un agente externo. Otros síntomas pueden ser: urticaria, dificultad para respirar o vómitos después de consumir lácteos.

Tras este suceso, se ha vuelto a destacar la importancia de implementar medidas más estrictas para garantizar que las personas con alergias alimentarias estén protegidas. Esto puede incluir una mayor regulación de los alimentos y los restaurantes, y una mayor educación sobre las alergias alimentarias y cómo prevenirlas. Esto incluye proporcionar información clara y precisa sobre los ingredientes y alérgenos en los alimentos, asegurarse de que los empleados estén capacitados en alergias alimentarias y tomar medidas para prevenir la contaminación cruzada durante la preparación y el servicio de alimentos.