¿Qué pasó a puerta cerrada en la reunión entre Pedro Sánchez y Juanma Moreno?: "Vamos al grano"
Pedro Sánchez y Juanma Moreno no tienen cuentas personales pendientes
La reunión se desarrolló en un tono cordial y en un clima de franqueza
Moreno avisa a Sánchez de que Andalucía hará valer su peso económico, político y demográfico contra el cupo catalán
La reunión en dos de los sofás blancos de la zona de recibir del Palacio de la Moncloa se desarrolló en términos cordiales, sin tensión y casi se podría decir que con cierta sinceridad. Pedro Sánchez y Juanma Moreno no tienen cuentas personales pendientes; nunca se han enfrentado abiertamente y se tratan con cortesía institucional. El andaluz, además, no se anduvo por las ramas, “vamos al grano” le dijo a Sánchez nada más quedarse a solas.
Hablaron, claro, del cupo catalán. O, mejor dicho de sus consecuencias políticas porque Sánchez no soltó prenda de lo que pensaba hacer o de cómo iba a articular su encaje en el resto del Estado. El presidente del Gobierno defendió que es el camino para devolver a Cataluña a la normalidad institucional, una afirmación que Moreno no negó aunque también le dio la, a su entender, visión de los ciudadanos andaluces, incluyendo a los socialistas. Y no una lectura edulcorada que podría ser la que está recibiendo de los dirigentes del PSOE andaluz.Por otra parte, lo habitual en los comentarios de los círculos más cercanos a los líderes políticos.
Quizás Juanma Moreno le dijo a Pedro Sánchez lo que él puede intuir pero nadie lo concreta. El cupo catalán es un “error táctico” en términos electorales según la lectura de Juanma Moreno. Porque rompe el “discurso de la izquierda sobre la igualdad”. Una opinión que, por cierto, también tiene el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, quien ha avisado que su formación no votará a favor del concierto catalán en el Congreso. Otro lío parlamentario ya que IU está dentro de Sumar, los socios de Sánchez. Pero no se trata sólo de un discurso ideológico.
Sánchez y Moreno hablaron, mucho, de política. Si el PSOE elige sacrificar a Andalucía para mantener Cataluña, el PP tiene una oportunidad histórica que no están dispuestos a desaprovechar. No sólo por lo que suponen los votos de casi seis millones de andaluces sino porque la verdad es, o esa es la verdad que Moreno transmitió este viernes a Sánchez, que tampoco se digiere en otros territorios del Estado. Por cierto que, a pesar de salir con las manos vacías, Moreno se iba de la Moncloa contento a pesar de todo. Se mueve allí como pez en el agua.
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