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Las obras y el trasvase permitirán cerrar todos los pozos de la Corona Norte de Doñana en 2025

Un agricultor cierra las válvulas de una toma de regadío.

Un agricultor cierra las válvulas de una toma de regadío. / Alberto Domínguez (Huelva)

Todo el suelo en regadío de la Corona Norte de Doñana podría abastecerse con agua superficial si se completasen los planes y obras previstas para ello en los próximos dos años. La ejecución completa del trasvase de 19,99 hm³ desde la cuenca del Tinto-Odiel-Piedras así como el recrecimiento de la presa del Agrio para sumar otros 8 hm³ garantizan el suministro necesario para el cierre de todos los pozos y la recarga de los acuíferos de la zona.

La proposición de ley que se debate en el Parlamento de Andalucía para regularizar 759 hectáreas (según la cifra más ajustada que se baraja) que quedaron fuera del Plan de la Fresa de 2014 vincula la legalización de estos cultivos a la garantía del agua superficial. Es por tanto esencial para estos agricultores que se ejecuten todos los trabajos previstos para ello.

El Gobierno contempla el horizonte de 2025 para la sustitución completa del suministro urbano y de derechos de agua por superficie. Para ello presentó el pasado mes de noviembre un programa de inversiones de 376 millones (100 de ellos contemplan la compra de derechos de agua a los propietarios para reducir la superficie en cultivo). En estos momentos ya se reciben 3,1 hm³ para uso urbano en el Condado y 4,26 para abastecer a 815 hectáreas de la Comunidad de Regantes del Fresno-Guadalquivir. Todo ello, junto a otras actuaciones similares, ha permitido ya el cierre de 701 pozos en el entorno de Doñana y otros 428 se encuentran en tramitación, según anunció recientemente la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir confirma que a final de la legislatura habrá clausurado 1.200 pozos en cuatro años. 443 de ellos son legales fruto de la primera parte del trasvase. Otros 716 son ejecuciones forzosas por ser captaciones sin permiso. Para 2025 no debe quedar ninguno activo.

Las 9.450 hectáreas de regadío que hay reconocidas en la Corona Norte de Doñana se reparten entre la demarcación hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras y la del Guadalquivir. La primera tiene excedente de agua, por lo que la solución más sencilla siempre fue trasvasar el agua de una a la otra. Es la esencia del trasvase. Al Tinto-Odiel-Piedras pertenecen 2.100 hectáreas, mientras que el resto corresponde al Guadalquivir. Para cumplir con esa transferencia de agua son precisas obras e infraestructuras que en muchos casos siguen pendientes. El agua subterránea que nutre a Doñana y objeto de la controversia pertenece administrativamente al Guadalquivir. La eliminación de los pozos descargará de presión a los acuíferos . El presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu), Juan Antonio Millán, sostiene que “para poder transferir los 19,99 hm3 previstos es necesario que se finalice la presa de Alcolea, se construya el desdoble del Túnel de San Silvestre y se amplíe los bombeos de Boca-Chanza, a lo que añadimos la presa de Coronada para completar la regulación del Odiel”. La presa se encuentra paralizada desde 2016. Su entrada en servicio permitiría además garantizar el agua a otras comarcas provinciales. Las obras del desdoble del túnel deben comenzar antes del verano y tienen un plazo de ejecución de 30 meses, lo que las sitúa en ese mismo horizonte de 2025. Todas estas actuaciones son complementarias entre sí junto con las canalizaciones que articulen la llegada del agua a los distintos puntos del Condado.

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