La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Los linces, Ramoncín y el Gobierno estable

Los felinos se mueren ya como en el largo período del PSOE en el poder, prueba de que Moreno se ha consolidado con fuerza El bienestar andaluz o el escapismo inteligente

Lince de Doñana.

Lince de Doñana. / M. G. (Huelva)

El socialismo en Andalucía está cautivo y desarmado. Moreno ya ha logrado el parte final de la guerra. Los últimos objetivos se han logrado: ya se mueren los linces de Doñana como en los años de mayor hegemonía roja. Pronúnciese roja con fuerte tonalidad. ¿Recuerdan la de consejeros de Medio Ambiente de Chaves que tuvieron que anunciar las malas nuevas de los animalitos atropellados en las carreteras de Matalascañas o Mazagón? O el día que se murió uno por estrés en el proceso de evacuación motivado por el incendio que se llevó por delante más de 10.000 hectáreas. Aquella tarde vimos que hay felinos de cristal como la generación de jóvenes de hoy. Vuelven los titulares andaluces de Medio Ambiente a ser los Arias Navarro que anuncian los linces muertos.

Hubo un tiempo en que estos dirigentes políticos eran colocados en la sección de Pitos tras la muerte de cada ejemplar de mamífero protegido. Pero la cosa se volvió tan frecuentemente luctuosa que comenzó a dar cierto reparo. Casi daban más ganas de mandar un telegrama de pésame que el castigo de la pitada. Hoy como ayer se nos mueren los linces. El PP es definitivamente el nuevo partido de la tierra en Andalucía, donde han cambiado más las formas que el fondo. He ahí el secreto de la mayoría absoluta. Un socio útil por tonto como Ciudadanos, que se dejó comer todo el terreno, y no cambiar casi nada para no provocar ningún miedo, ningún rechazo, ninguna desconfianza. Existe, cómo no, hasta el cuerpo de cortesanos que ríen las gracias del presidente en privado y en Twitter. Hasta nos cuentan cómo van vestidos el jefe y la señora en los actos de relumbrón (¡Cuidado, presidente, con el error de Aznar en aquella boda en el Escorial!). ¿Les parece a ustedes poca cosa esta lista de méritos? Por algo triunfó Lampedusa. El mérito verdadero, real e incontestable de Moreno es anterior a ser presidente del Gobierno andaluz. Procede de cuando soportó lo insoportable de los suyos. Ahí se forjó bien. Esos meses no se deben olvidar fácilmente. Ahora, con el éxito consolidado, sólo le faltaban los linces. Y los ha tenido vivos... y por desgracia muertos.

Tenemos la mayoría absoluta, las malas noticias de Doñana y la confrontación con el Gobierno socialista de España. Todo en orden, Andalucía en calma. El consejero Ramoncín debe poner más medios para proteger a los linces. Claro que sí. Pero ya sabe que el precio del poder pasa por repetir el modelo de quienes estuvieron casi 40 en el machito. Y añadir alguna dosis de glamour, que se note que el gobierno es de centro... derecha. Linces, son unos linces.

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