Los institutos de Andalucía contarán con las instrucciones para la nueva evaluación en diciembre
Educación
La Junta descarta acudir a los tribunales para impugnar el decreto del Gobierno
Los directores de centro piden que la promoción se base en una mayoría cualificada del equipo docente
Andalucía se opone a que se titule con suspensos
Los centros de enseñanzas medias de Andalucía contarán a mediados de diciembre con unas instrucciones de la Consejería de Educación y Deporte para aplicar la nueva evaluación establecida por decreto por el Gobierno de España. Así lo ha anunciado este martes la viceconsejera del ramo, María del Carmen Castillo, quien ha explicado que este departamento se está reuniendo con distintos agentes de la comunidad educativa para consensuar la manera de aplicar la normativa estatal que tanta polémica ha generado la última semana.
El objetivo es que las instrucciones se encuentren disponibles antes de que acabe el primer trimestre del curso. Aunque la aplicación del decreto concierne, principalmente, al final del ejercicio académico, al tratarse de una evaluación continua, desde la consejería se entiende conveniente que las pautas en Andalucía se puedan establecer en los institutos en esta primera parte.
Se trata de un trabajo a contrarreloj provocado por la aprobación de un decreto de evaluación con el curso bastante avanzado. Algo a lo que se habían opuesto muchas comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, en la reunión que mantuvieron con la ministra de Educación, Pilar Alegría, en septiembre. La principal incongruencia es que se aplicará una evaluación Lomloe (la nueva reforma de la enseñanza) a un currículo basado aún en la Lomce (la anterior ley).
La falta de criterios objetivos
Más allá de la promoción de curso sin límites de asignaturas suspensas y la posibilidad de titular en Bachillerato con una materia sin superar, Castillo ha hecho hincapié en la falta de criterios objetivos a la que se enfrente el equipo docente de un alumno a la hora de evaluarlo. En este sentido, ha subrayado que en la ESO se adoptará el mismo criterio que en Primaria, ya que desaparecerá la calificación numérica y será sustituida por una cualitativa: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Un cambio que no se ajusta a lo que el estudiante que quiera continuar formándose se encontrará en las siguientes etapas, ya que para la matriculación en los ciclos de FP se exige determinada nota y para las carreras universitarias, una vez superada la Selectividad, ocurre lo mismo.
Además, el hecho de que el decreto establezca como criterio para la promoción de curso que el alumno haya asimilado "la naturaleza de las asignaturas", deja, según Castillo, a los docentes sin un factor objetivo en el que sustentar dicha decisión. Esto provocará que haya menores que teniendo cuatro materias suspendidas pasen de curso y otros que en la misma situación no lo consigan, algo que ya se produce pero que se puede argumentar con criterios objetivos que, ahora, en palabras de la viceconsejera, desaparecen.
Los directores, a través de la asociación Adian que los representan, le han trasladado a la consejería el temor de que aumenten las reclamaciones por parte de las familias ante esta nueva coyuntura. Por tal motivo, se ha propuesto que las futuras instrucciones recojan, al menos, que la promoción y titulación cuente con una mayoría cualificada del equipo docente que evalúa al alumno, lo que se traduciría, por ejemplo, en que la aprueben dos tercios de sus integrantes. "Sería una decisión colegiada", aclara Castillo. No obstante, tal propuesta debe ser revisada por el gabinete jurídico de la consejería para comprobar que no colisiona con los principios del decreto de evaluación del Gobierno.
Limitación en la repetición
La viceconsejera también ha apuntado que con la normativa estatal un estudiante sólo puede repetir dos veces en toda la enseñanza obligatoria, desde primero de Primaria a cuarto de la ESO, lo que podría provocar que se dispare el número de alumnos PIL (promoción por imperativo legal), es decir, menores que sin esfuerzo alguno y sin adquirir las competencias básicas pasan de curso de manera automática.
En este sentido, Castillo ha abundado en que la repetición es una medida "excepcional" en Andalucía, donde se tienen en cuenta las circunstancias sociales y familiares del alumno a la hora de evaluarlo y decidir sobre su promoción. En esta comunidad el 17% del estudiantado de primero de ESO repite, mientras que titula el 87% que llega al final de la Secundaria. De este porcentaje, el 20% es repetidor (un 5% más de un curso). Como dato curioso ha de subrayarse que los que con 16 años acaban la enseñanza obligatoria (la edad contemplada) titulan el 67%, una cifra que supera el 80% en el caso de los que la terminan con 17 años, es decir, que han repetido algún curso.
Para el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, esta diferencia lleva a "no demonizar ni estigmatizar la repetición". "Lo importante es anticiparse a las dificultades en el aprendizaje que presente un menor para ayudarlo y lograr que adquiera los conocimientos básicos sin que se quede atrás", ha defendido Imbroda.
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