Los embalses de Andalucía siguen recogiendo agua y se sitúan a niveles de hace casi una década

Los pantanos del Guadalquivir están cerca de los 5.000 hectómetros cúbicos

Las cuencas intracomunitarias están por encima de la media de la última década

Los agricultores dispondrán de la mayor cantidad de agua para riego desde 2017

El embalse del Guadalcacín es el mayor de toda la provincia de Cádiz.
El embalse del Guadalcacín es el mayor de toda la provincia de Cádiz. / Vanesa Lobo

A pesar de que las lluvias continuadas parecen ser propias de hace unos meses y que a partir de ahora asistiremos (como en las últimas horas) a episodios esporádicos de precipitaciones, la cantidad de agua caída en los últimos meses, propicia que los embalses de la comunidad autónoma, sigan acumulando agua en sus instalaciones. Según las cifras del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Guadalquivir consultados por este periódico, indican que los 49 pantanos que la componen están a punto de llegar a los 5.000 hectómetros cúbicos de capacidad. A estos, hay que sumar los casi 2.500 que se añaden procedentes de los de las cuencas dependientes de la Junta, esto es las Mediterráneas (Málaga, Granada yAlmería), las del Guadalete-Barbate en Cádiz y del Tinto-Odiel-Piedras en la provincia de Huelva.

Los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) del día de ayer, elevan el volumen de agua almacenada hasta los 4.920 hectómetros cúbicos, lo que eleva su capacidad hasta un 61,23% del total de 8.034 que pueden alcanzar. Se trata de una cifra que no se alcanzaba en esas instalaciones desde el año hidrológico 2015-2016, esto es hace una década. A pesar de que las precipitaciones registradas en la comunidad autónoma andaluza en las últimas horas no permitían aventurar un incremento en la cantidad de agua que llegaría a los pantanos de la cuenca, ésta se ha incrementado en casi 8 hectómetros cúbicos, mientras que se han desembalsado poco más de 3,3. Se trata de la cantidad suficiente para abastecer a la comunidad autónoma durante un día, sin necesidad de recurrir a hacer uso de las reservas acumuladas.

La explicación está en que las lluvias de los primeros días de marzo, especialmente su continuidad temporal, permitieron rellenar unos niveles freáticos castigados durante el pasado año hidrólogico, extremadamente seco. Esto lleva aparejado que todo el agua que cae, llega hasta los caudales de ríos y escorrentías y, en última instancia hasta los pantanos, alcanzando éstos, unos niveles de capacidad más que notables y que permiten augurar unos meses sin los sobresaltos de las restricciones que todavía a comienzos de año, estaban vigentes en algunas demarcaciones, especialmente en la Axarquía malagueña y en la provincia de Almería, aunque en esta última el abastecimiento está más que garantizado por la utilización de desaladoras, ya que sus pantanos apenas llegan al 11,5% de su capacidad global(hace poco no llegaban al 10%).

Es una de las excepciones a las buenas noticias. En el resto de cuencas dependientes de la gestión del Ejecutivo autonómico, se asiste a un comportamiento similar a la del Guadalquivir. Las tres están por encima de la media de la última década.

Así, las Mediterráneas que abarcan las instalaciones de las provincias de Málaga, Granada y Almería, están por encima de los 655 hectómetros cúbicos, cuando la media de los últimos diez años se queda en 600 y, desde luego, casi duplica los 366 que se alcanzaron en el más que seco año pasado.

En la del Guadalete-Barbate, hay almacenados 921 hectómetros cúbicos, mientras que la media de la década se queda en 890 y el 2024 apenas se llegó a los 505. Por último, el sistema formado por los ríos Tinto, Odiel y Piedras, llega hasta los 844 hectómetros cúbicos; los últimos diez años se alcanza una media de 723; el año pasado y a pesar de que la provincia de Huelva fue una de las menos castigadas por la sequía, no se alcanzaron los 564 hectómetros cúbicos almacenados.

Si a lo largo de este mes los pantanos del Guadalquivir llegan a ese nivel de 5.000 hectómetros cúbicos, se sumará a esa tendencia de sobrepasar lo conseguido en la última década. Será, en concreto, el undécimo año con más agua almacenada desde el comienzo del presente siglo, Quedará lejos de los 7.500 que se registraron en el año 2013, o los 7.300 que se contabilizaron un año después, o los más de 7.000 que se alcanzaron dos años antes, pero permitirá decir adiós a la amenaza de las restricciones.

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