Asaja pone deberes a los partidos

Agricultura y ganadería

La organización agraria elogia la gestión de las ayudas directas y critica el retraso y la falta de agilidad y transparencia de las de desarrollo rural. Pide un esfuerzo inversor para reparar los "desastrosos" caminos rurales

El presidente de Asaja, Ricardo Serra, con Vicente Pérez, director general
El presidente de Asaja, Ricardo Serra, con Vicente Pérez, director general / José Ángel García
T. Monago

09 de noviembre 2018 - 17:34

A poco menos de un mes para que se celebren las elecciones andaluzas, la organización agraria Asaja-Andalucía pone deberes a los partidos. Ayer, en rueda de prensa, repasó, a través de su presidente, Ricardo Serra, los problemas y retos a los que se enfrenta el campo andaluz. Y, de paso, puso deberes a los partidos, con los que prevé reunirse en las próximas semanas.

Serra empezó elogiando a la Junta, algo que no suele ser habitual en una organización definida por su carácter combativo y crítico. Así, frente a quejas del pasado, calificó de “satisfactoria en líneas generales” la gestión de las ayudas directas a los agricultores, quizás el mayor reto al que se enfrenta cada año la Consejería de Agricultura, ya que hay que tramitar unos 250.000 expedientes y 'repartir' 1.500 millones de euros anuales.

Alerta de que no existe un plan de contingencia a poco menos de cuatro meses para que se produzca el 'Brexit'

La otra cara de la moneda es la gestión de los fondos de desarrollo rural, que no van directos a los productores sino que se solicitan para asuntos concretos: medidas medioambientales, modernización de regadíos, incorporación de jóvenes, formación, etc. Aquí Serra fue más duro y se quejó de retrasos en las convocatorias y los pagos, de la ausencia de un seguimiento periódico, de la extraordinaria carga burocrática -“una auténtica locura”- y de “cierta falta de transparencia”. “Es urgente una mayor agilidad y consensuar cuál es la normativa específica a cumplir”.

También, más allá de las ayudas, lamentó el estado de los caminos públicos, “un auténtico desastre”, y pidió un “esfuerzo” para la mejora de estas infraestructuras, ya que “es por allí por donde salen y entran nuestras producciones y los que trabajan en el campo”. Solicitó medidas, además, para mitigar la “injerencia” en el trabajo de los agricultores que supone que los senderos públicos adquieran un “carácter deportivo” y sean excesivamente transitados.

Critica a la Consejería de Medio ambiente por "vivir de espaldas al sector agrario"

No paran aquí los deberes para el próximo Gobierno. Serra mostró, por ejemplo, su “gran preocupación” por el 'Brexit', que puede afectar sobre todo al sector de frutas y hortalizas, y por la ausencia aún de un plan de contingencia. Queda poco tiempo: “Con acuerdo o sin él, el 30 de marzo el Reino Unido estará fuera de la UE”. Y sin él se puede reproducir en ese país el problema de la aceituna negra en EEUU.

En sanidad vegetal y animal, “no hay un plan para prevenir la entrada de plagas” y hay un gran temor en el sector a la tuberculosis bovina y la peste porcina africana, “que ya está oficialmente en Bélgica”. Si llega, “sería un 'tsunami' para el sector ganadero andaluz.

En lo laboral, Asaja pide simplificar los contratos y medidas para la prevención de riesgos; a nivel impositivo, la supresión definitiva del impuesto de sucesiones y la reducción drástica del coste de la potencia eléctrica durante los meses en los que no hay campaña de riego; y en seguros, un mayor esfuerzo de la Junta en su aportación.

Por último, un aviso a la Consejería de Medio Ambiente. “No tenemos la consideración que merece un sector que ocupa el 80% del territorio. En toda la legislatura nos hemos reunido dos veces con ellos, cuando con Agricultura son continuos. Medio Ambiente vive bastante de espaldas al sector agrario”.

En contra del límite de ayudas en la PAC

El presidente de Asaja-Andalucía valoró positivamente la posición unitaria de las organizaciones agrarias andaluzas y la Junta de cara a la negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC). Serra se mostró en contra del recorte presupuestario, de que los estados miembros tengan que contribuir con más dinero al desarrollo rural y de una renacionalización. También del capping (limitación de ayudas), algo a lo que sí son proclives tanto la Comisión Europea como el Ministerio de Agricultura. “Mucha gente se ha unido en comunidades de bienes para ser más competitivos; si les reducimos las ayudas, dinamitamos todo el proceso”, dijo. En cualquier caso, esta cuestión está fuera del acuerdo andaluz, que es de mínimos y cuyo objetivo fundamental es mantener el modelo actual y, por tanto, el peso de Andalucía en la PAC. Será la clave de la negociación con el Gobierno y las Comunidades Autónomas para la aplicación aquí del plan estratégico que definirá la nueva PAC.

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