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Los descendientes de la orden templaria

  • Córdoba es por unos días la capital europea de la masonería, una logia de la que se conoce poco y de la que han formado y forman parte personajes ilustres

Detalle de parte de los asistentes al congreso que en Córdoba celebra la masonería.

Detalle de parte de los asistentes al congreso que en Córdoba celebra la masonería. / fotos: Jordi Vidal

El origen de la masonería no está claro. La mayoría de los historiadores coinciden en fechas como el paso de la masonería operativa a especulativa en 1717 y una de las teorías que se mantienen es el origen templario de la misma, tal y como detalla el soberano gran comendador en el Supremo Consejo del Grado 33 en España, el médico asturiano Felipe Llanes. Los historiadores consideran que los primeros masones especulativos fueron los templarios sobrevivientes a la persecución ordenada en 1307 por el Papa Clemente V a petición de Felipe IV El Hermoso de Francia. Según reza la declaración de la Gran Logia de España, "la masonería es una asociación libre de hombres que sólo dependen de su conciencia y que tienen como objetivo el perfeccionamiento moral de la humanidad. Fomenta entre sus miembros el respeto a las opiniones ajenas y prohíbe toda discusión política o religiosa en su seno a fin de construir un centro permanente de unión fraternal". De hecho, en su seno hay personas de cualquier religión, ideas políticas, clase social, nacionalidad o etnia.

La orden cree en un principio superior al que denomina Gran Arquitecto del Universo, pero sin interferir en las ideas religiosas de sus miembros, nace de los antiguos constructores medievales de catedrales y edificios sagrados, "tiene origen francés" y para sus enseñanzas utiliza símbolos y alegorías antiguas muchas veces originados en el propio arte de los canteros. "La masonería es una escuela iniciática, con una tradición que viene desde los albores de la humanidad y que tiene que ver con los sumerios, los sacerdotes egipcios, el mito de Ulises... eso quiere decir que en un momento dado el que es candidato a ser masón, al que llamamos profano, porque busca la luz, se somete a un rito, que es el rito de iniciación, que marca, que es para siempre, y una vez que uno es iniciado tiene acceso a unos conocimientos esotéricos", sentencia. "Ese camino hace que veas una luz interior, una iluminación', un conocimiento y un convencimiento de otra serie de verdades que se adquiere a lo largo de un trabajo personal o colectivo, que es lo que llamamos camino iniciático", detalla.

Llanes incide en la persecución que a lo largo de los tiempos ha tenido la masonería, todo ello fruto de los prejuicios con los que se ha visto a la Orden. "Einstein decía que es más fácil desintegrar un átomo que eliminar un prejuicio", sentencia. "La masonería en España ha sido cruelmente perseguida, desde Blas Infante hasta todos los deportados y exiliados tras la Guerra Civil no cabe duda de que nuestros antecesores han sido cruelmente perseguidos, porque al que tiene un pensamiento único no le gusta que nadie le contradiga y no quiere pensamientos diversos; es lo mismo que pasó con la inquisición. Todo ello porque la masonería es diversa y predica la igualdad, la libertad y la fraternidad", apunta. "La masonería tiene como fin mejorar a sus propios miembros primero y a partir de ahí que sus miembros mejoren la sociedad, porque la mejor de mejorarla es con el ejemplo", puntualiza.

Pocos nombres de ilustres masones han salido a la luz, sin embargo, los ha habido y los hay en ámbitos sociales. "La lista de personajes ilustres, premios Nobel en Física, Química y Medicina, músicos, escritores y políticos masones es larga como un diccionario", defiende. "En esa lista se incluyen también presidentes de los Estados Unidos, libertadores de América y firmantes de la Declaración de Derechos Humanos", añade el líder de la rito escocés de la Orden en España. " Muchos de ellos, héroes, sufrieron penas de cárcel, persecución o martirio por pertenecer a la masonería; pagaron con su sangre sus ideas", insiste.

Uno de esos héroes de los que habla es José García Ruiz, a cuya bibliografía le ha dedicado un libro al que ha titulado Pepín, mi amigo masón. "Pepín, por ejemplo, fue una persona anónima que luchó en el ejército republicano y contra el fascismo en la resistencia francesa", detalla Llanes, quien añade que lo otros llamarían congreso internacional pero ellos llaman "convento y fiesta del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España" se celebra en Córdoba, "porque los masones somos gente agradecida al ser su Ayuntamiento el primero que reconoció la honorabilidad de la masonería tras años de oscurantismo".

"En Córdoba hay una actividad masónica y la gente se va acercando porque saben que dentro de la masonería hay un camino y un grupo en el que eres acogido, que te quiere y que te apoya", relata. "Córdoba es quizás más sensible a la masonería porque lo lleva en su ADN, fue capital del Califato independiente, del Califato Omeya y sigue hasta nuestros días personas que casi rallan en el genio", añade.

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