Las dos caras de un hombre acorralado

José Bretón aprovecha sus cuatro horas de declaración para mostrar al Tribunal Popular su figura de "padre ejemplar" "Ruth sólo se dedicaba a ducharlos", insiste

Las dos caras de un hombre acorralado
Las dos caras de un hombre acorralado
G. N. J.

19 de junio 2013 - 01:00

El único punto débil de José Bretón son sus hijos, a pesar de estar acusado de su asesinato. O, al menos, así se lo quiso ayer transmitir a los nueve miembros del jurado popular. Con la voz entrecortada y a punto de llorar, dijo que sus hijos "son su vida" y su alegría, y que se ha dedicado al 100% a su cuidado y a su correcta educación.

Bretón, que en todo momento se mantuvo altivo y que hasta entró en polémica con el magistrado por su afán de cuestionar los informes de la causa y a la letrada de Ruth Ortiz, tan solo se derrumbó cuando, ante las preguntas de la fiscal, se mostró como un "padre bueno". Sin dejar de hablar de los menores en presente, Bretón relató que es él quien siempre se ha encargado de dar de el biberón a José o de acostar a sus hijos . "Mi niño corre a mis brazos cuando sale de la guardería y mi hija me pide siempre a mí agua por las noches". "Siempre he querido inculcarles unos valores; todo el que me conoce siempre me ha alabado por la educación que les doy", recalcó.

Bretón, que no paró de dirigirse y de mirar a los miembros del jurado, además señaló que, tras quedarse en paro se dedicaba en "exclusiva" a sus hijos, mientras que Ruth, según sus palabras, "sólo se encargaba de ducharlos". Por todo ello, reconoció que sus hijos "no me temen, sino que me adoran y yo también los quiero a ellos con locura".

En su declaración, el acusado también quiso dejar claro a los miembros del jurado que su mayor preocupación después de que Ruth decidiera poner fin a su matrimonio era "no compartir más tiempo con mis niños". "Ruth es reemplazable, mis niños son irremplazables, dijo. Pero, lo que más le costó a Bretón fue decir claramente si él acabó con la vida de los menores. El magistrado Pedro Vela incluso le llamó la atención para que dejara de decir que esa acusación era "completamente falsa" -una coletilla que repitió durante todo el juicio-, para que dijera, sin rodeos y con un monosílabo, si había matado a sus hijos en la finca de Las Quemadillas. Tres veces le llamó el juez la atención hasta que finalmente consiguió decir un no rotundo.

Ante las cuestiones de la letrada de Ruth Ortiz, Bretón mostró su carácter más frío para espetarle parte de la exposición que realizó ante el jurado el primer día del juicio. "Ella dijo que yo maltrataba a mi hijo y eso es falso", dijo Bretón mientras el juez le recriminaba la actitud que estaba adoptando. Incluso, le recriminó a la letrada que si era madre le "tenía que comprender".

Pero, esto no fueron los únicos episodios anecdóticos de la jornada. El magistrado Pedro Vela pidió al acusado que dejara de poner en tela de juicio los informes de la causa, ya que él no era letrado. Unas palabras a las que Bretón contestó diciendo que no él no era abogado ni le hacía falta serlo, ya que contaba con la defensa del "mejor abogado que se puede tener".

stats