El regadío del Guadalquivir tendrá seis veces más agua en 2024 tras el recorte casi total de 2023
La confederación hidrográfica asegura asegura el consumo humano para un lustro gracias a las lluvias de marzo
Pese a tener mucha más agua que el año pasado el regadío todavía sufre un recorte del 33% respecto a una dotación normal
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir anticipa una campaña de regadío similar a la de 2023
"Los andaluces que beben de los embalses del Guadalquivir no tendrán problemas de abastecimiento"
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez ha puesto de manifiesto que el mes de marzo, "extraordinariamente lluvioso", se ha situado como el tercero con más precipitaciones en los últimos 40 años, con más de 290 litros de media en la cuenca del Guadalquivir, lo que ha supuesto "un alivio y un cambio de actitud".
Más agua para el regadío, pero menos que lo normal
Con esos registros, la Comisión de Desembalse de la CHG ha autorizado un desembalse de agua de 1.010 hectómetros cúbicos (hm3), para el riego de los cultivos del Sistema de Regulación General (SRG), el mayoritario en la cuenca, durante la campaña 2024, que comienza el 25 de abril y se extiende hasta el 30 de septiembre, y además se prevé una dotación complementaria de 30 hectómetros para los cultivos de octubre. Este volumen supone un aumento del 162% (660 hectómetros cúbicos más) respecto a lo asignado para la campaña 2023 (385 hectómetros cúbicos), indicó este miércoles en una nota la CHG.
Eso garantiza una campaña de regadío para la agricultura con una dotación máxima de 4.000 metros cúbicos por hectárea para los principales cultivos, casi seis veces más que la campaña anterior, aunque aún un 33% por debajo de la dotación concesional en un año normal, que ronda los 6.000 metros cúbicos. El año pasado el recorte fue de un 88%.
La CHG explica en su nota que, para el resto de cultivos, "la restricción será proporcional y progresiva atendiendo a sus dotaciones concesionales". Según informa la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), el olivar dispondrá de 1.125 hectómetros cúbicos frente a los 1.500 hectómetros cúbicos de una dotación normal y los 400 que tuvo el año pasado.
Para el riego del arroz se ha aprobado un volumen máximo a desembalsar de 264 hectómetros cúbicos, tras no haberse podido sembrar el cultivo en 2023 y haberlo hecho solo en un 30% en 2022.
Además, la comisión ha autorizado 25 hectómetros cúbicos de agua para los riegos extraordinarios del olivar, resto de arboleda y otros cultivos.
En el resto de sistemas de explotación se han acordado dotaciones que oscilan desde los 1.200 metros cúbicos por hectárea y los 5.000, dependiendo de los volúmenes de agua almacenados en cada sistema.
Los regantes, satisfechos pero piden más obras
La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía Feragua ha señalado que que la dotación aprobada supone “un alivio” y una “mejora sustancial” con respecto a las pésimas previsiones que se tenían hasta hace apenas unas semanas. Sin embargo, no ve “ningún motivo para lanzar las campanas al vuelo”, ya que las restricción sigue siendo de 36%, y “no es lo mismo una restricción así después de cinco años buenos que después de un lustro de cinco años regulares, malos y malísimos”.
Además, cree la situación hidrológica sigue siendo precaria y no ha cambiado la necesidad y urgencia de acometer obras hidráulicas.
Por eso, el presidente de la asociación, José Manuel Cepeda, ha apremiado a las administraciones a ejecutar las presas aprobadas en los planes hidrológicos y a acometer de forma urgente un plan de balsas que permita un mejor aprovechamiento de las escorrentía. Y ha recordado que “en los últimos quince años se deberían haber empezado en Andalucía 17 obras hidráulicas, de las que solo hay una iniciada y otra está paralizada sine die”. Todas estas obras “representan una inversión no ejecutada de más de 2.000 millones de euros que habría neutralizado o suavizado los estragos de la sequía en las últimas campañas”, afirma
En otro comunicado, el vicesecretario general de Desarrollo Rural y Agua de UPA Andalucía y vicepresidente de la asociación andaluza de regantes Asare, Roque García, ha mostrado su preocupación por los recortes de las dotaciones a pesar de la mejora registrada en los embalses gracias a las lluvias de marzo, y ha pedido que se tengan en cuenta criterios sociales y de supervivencia de los cultivos para un mejor reparto del agua en la campaña de regadío.
Los embalses están aún por debajo de la media histórica
Respecto a la situación hidrológica actual, la cuenca está al 47,2% de su capacidad, con 3.793 hectómetros cúbicos de agua embalsados, lo que supone un incremento de 1.797 hectómetros cúbicos respecto al año pasado.
La media histórica de los últimos 25 años se sitúa, no obstante, en el 60,6% para estas mismas fechas, por lo que hay un déficit de 13,4 puntos porcentuales. Por su parte, el Sistema de Regulación General almacena 2.305 hectómetros cúbicos, el 40,8% de su capacidad, mientras la media histórica se sitúa en el 56,9%.
Agua para el consumo humano
Páez, ha explicado, en la reunión previa a la Comisión de Desembalse del organismo, que el consumo humano vinculado a los embalses que abastecen la cuenca está garantizado "para entre cuatro y cinco años como mínimo", dependiendo del sistema de explotación, gracias a las lluvias de marzo.
Además, la confederación informa que cuenta con un plan alternativo al agua de los embalses, a través, principalmente, de captaciones en los ríos Guadalquivir y Genil y de pozos de emergencia, para ampliar aún más en el tiempo esta seguridad hídrica.
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