"No sabíamos cuál de sus facetas iba a sacar, y sacó la de artista; es que es un artista, cede a un compañero un puesto que no tiene". La presidenta andaluza, Susana Díaz, mostró algo más que escepticismo ante la reunión de Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, cierto desdén ante la puesta en escena en la Carrera de San Jerónimo y ante las posibilidades de que, realmente, el paso dado sirva para formar un Gobierno en España. Si el día antes, desde la dirección del PSOE andaluz se habló de escepticismo, ayer desde Villarrubia, en Córdoba, Susana Díaz marcó distancias con respecto a las intenciones de Podemos. La opinión de la presidenta es compartida con la mayor parte de los dirigentes de su partido en la comunidad: Pablo Iglesias sacó a relucir su rostro más amable porque teme llegar a las elecciones del 26 de junio, si las hubiese, como el culpable de la falta de acuerdo en la izquierda. Su concesión de renunciar a una vicepresidencia en un hipotético Ejecutivo es un gesto que ni se entra a valorar, como en el caso de Díaz. Muchos socialistas opinan que Iglesias ha enterrado durante estos 100 días su credibilidad como aliado.

Pero desde el PSOE andaluz se apunta a un hecho más: casi nadie comprende por qué se ha encargado al PSC una negociación paralela con En Comú Podem cuando el comité federal ya marcó que no se negociaría sobre el derecho a decidir de las comunidades. El líder de esta confluencia en Cataluña, Xavi Doménech, hablará con el socialista Miquel Iceta sobre su propuesta de referéndum.

A diferencia de lo que ocurre en otras comunidades, Podemos y PSOE son dos partidos enfrentados en Andalucía, y eso hace que Susana Díaz no pierda la ocasión para desmarcarse de un Gobierno de coalición con los morados. La apuesta oficial del PSOE andaluz sigue siendo la de un Gobierno con Ciudadanos que podría ser apoyado desde fuera por Podemos. No parece que Iglesias acepte eso, al igual que el líder naranja, Albert Rivera, rechaza cualquier apoyo a un Gobierno con Podemos. Tal como el propio Sánchez admitió el miércoles, el acuerdo es muy difícil. Para otros en su partido, es casi imposible, la reunión no aportó nada nuevo, más allá de que Pedro Sánchez conseguirá llegar a la campaña electoral como el líder que más ha hecho por evitar una repetición en las urnas.

Pedro Sánchez y Susana Díaz hablaron el miércoles sobre la reunión con Podemos. "Le trasladé toda mi colaboración para que España pueda salir de esta interinidad", indicó la presidenta. También Pablo Iglesias se refirió desde Madrid a las palabras de Díaz, y apuntó que "a lo mejor Susana está pensando más en quitarle la silla a Pedro Sánchez. Ignoro sus capacidades artísticas". Susana Díaz fue preguntada, precisamente, por su paso a la política nacional, que podría producirse en el 39º congreso federal. "No estoy en esas cosas en estos momentos", respondió, sin añadir mucho más al silencio habitual que guarda sobre su futuro.

Las relaciones entre el PSOE y Podemos han ido a peor. La defensa que los morados y, en especial, su líder, Teresa Rodríguez, ha hecho del concejal jiennense Andrés Bódalo, alejan aún más cualquier acercamiento. Díaz culpó a Podemos de defender el uso de la violencia como modo de hacer política, mientras que el secretario del PSOE de Jaén, Francisco Reyes, criticó la "doble vara de medir" de responsables de este partido al pedir la dimisión de personas únicamente "señaladas, investigadas", pero "no a condenados".

Así lo indicó a preguntas de los periodistas ante la entrada en prisión del todavía concejal de Jaén en Común y candidato por la formación morada al Congreso, Andrés Bódalo. "No me alegro de que una persona tenga que ir a prisión y menos Andrés. Yo soy de Bedmar, él de Jódar y hace tiempo que lo conozco; pero lo que está claro es que hay una sentencia judicial", apostilló.

Reyes tildó de "despreciable la actitud de alguna gente", como Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez, al emplear una "doble vara de medir cuando piden dimisiones a hombres y mujeres de otras fuerzas políticas que lo único que están es señalados, investigados, y no piden la dimisión a aquellos que están condenados". Francisco Reyes incidió al respecto en que no se puede olvidar que el también miembro del SAT "está condenado por agredir, dar puñetazo, a un concejal del PSOE de Jódar". "Todo lo demás es intentar tapar la realidad. Eso es lo que dice el juez que son hechos demostrados. Por tanto, en primer lugar deben pedir perdón a los que han dañado", afirmó para aludir a "otras agresiones que están con condenas porque es reincidente".