Obdulia: "Bretón me murmuró que era la última vez que veía a los niños"

La abuela materna asegura que su hija era un "zombi" durante el matrimonio El hermano de Ruth califica a Bretón como "seco y estricto"

La abuela materna de los niños, Obdulia, ayer durante su declaración.
La abuela materna de los niños, Obdulia, ayer durante su declaración.
Gema N. Jiménez

20 de junio 2013 - 01:00

Obdulia Ramos, abuela materna de Ruth y José, no pudo controlar ayer su dolor cuando relató ante el Tribunal Popular la última vez que vio a sus nietos, el 7 de octubre de 2011. Sin poder reprimir las lágrimas y apretando con fuerza un pequeño libro con las fotografías de los pequeños, la abuela materna describió que José Bretón llegó a murmurarle, antes de partir hacia Córdoba, que "ese día era la última vez que veía a los niños". "La niña en ese momento agachó la cabeza y se echó a llorar. Parece que ella se temía lo que iba a pasar", dijo superada por la emoción.

Este episodio tuvo lugar un día antes de que los niños desaparecieran. Según Obdulia, Bretón colocó tres maletas de los pequeños en el asiento del copiloto y sobre ellas un paquete de pañuelos. "Yo le día un beso a mi niña, que era mi tesoro, y otro a mi niño, que era mi tesorín, y les deseé buen vieja. Esa fue la última vez que los vi", detalló.

La madre de Ruth describió el cambio que sufrió su hija desde que se trasladó a vivir junto al acusado y sus dos hijos a Huelva. "La veía muy deteriorada. Era un zombi andando. No eran sus ojos, su cara, su comportamiento", relató sin poder aguantar la emoción en ningún momento. A pesar de presenciar este deterioro, Obdulia reconoció que se quiso mantener siempre al margen y que "nunca" animó a su hija a que se separara. "Mis visitas a la casa de mi hija eran muy escuetas", y reconoció que, incluso, estuvo tres meses sin ver a los niños.

Para la abuela materna Bretón era una persona "fría" que tenía a sus hijos "totalmente controlados". Además, insistió en que el acusado tenía celos de ella por el trato que tenía con sus nietos. "A él le molestaba que la niña me hiciera cariños y me tocase el pelo o que el pequeño se viniese hacia mí cuando salía de la guardería". Obdulia también llegó a asegurar que presenció malos tratos de José Bretón a sus hijos. "Lo vi maltratar al niño sentarlo como un barreño en el asiento del coche", destacó. Asimismo, aludió a sus "manías" como "utilizar pañuelos para abrir las puertas.

El relato del hermano de Ruth Ortiz, Estanislao, siguió una línea muy similar al de su madre. Según sus palabras, la relación de José Bretón y de Ruth era "fría", lo cual achacó a que "en nuestra familia siempre hemos sido muy cariñosos y besucones". No obstante, agregó que "con el paso del tiempo te vas dando cuenta de que en situaciones le gritaba, le llamaba la atención por hechos que yo no lo concebía". Sobre la relación del acusado con sus hijos, dijo que era "estricta y muy seca" y sin trato cariñoso. "La sensación siempre era que el padre me observaba al jugar con la niña", comentó Estanislao emocionado al recordar estos momentos con su sobrina.

El hermano de Ruth también relató que presenció situaciones "con miradas que no entendía" o que en una ocasión apartó a Ruth en una habitación y "le pegó voces, porque habían tocado a la niña". Estanislao incluso recordó una conversación con su excuñado durante el último cumpleaños de la niña, que se celebró días después de que Ruth le pidiera al acusado la separación. "Él me dijo que iba a pasar algo gordo", concluyó.

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