Análisis del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez

María Jesús Montero es la voz y el mensaje

  • Los ministros andaluces consolidan su amplio espacio en el Gobierno de Pedro Sánchez, quien finalmente lleva al gaditano Juan Carlos Campo a Justicia

  • La ministra de Hacienda tendrá que responder a la demanda del Parlamento sobre el déficit de 4.000 millones de euros

  • Los socialistas andaluces celebrarán su congreso y primarias en verano de 2020, y en Jaén comienzan a alumbrar una alternativa 

Maria Jesús Montero .

Maria Jesús Montero . / Europa Press

La primera vicepresidencia del Gobierno, la Hacienda pública, la agricultura y las relaciones con la justicia. Los ministros andaluces conservan su amplio espacio en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, pero además le ponen rostro. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, será la portavoz, el rostro y la voz de los Consejos de Ministros de los viernes, un puesto de una amplia proyección pública que le permitirá estar presente en la opinión pública por si, al final de la legislatura, presenta su candidatura en el PSOE a la Presidencia de la Junta. A última hora, Sánchez también ha tirado de otro andaluz para el Ministerio de Justicia. El diputado gaditano Juan Carlos Campo, magistrado y hombre unido al presidente desde hace dos legislaturas, será el sustituto de Dolores Delgado.

La decisión más importante que un presidente adopta al cabo de una legislatura es la formación del Ejecutivo, en estos momentos Sánchez actúa solo, sin más condicionantes que sus propias necesidades. De hecho, ni el partido cuenta mucho, la victoria en las elecciones primarias concede tanto poder a los secretarios generales del PSOE que Sánchez se ha permitido sacar de su gabinete a dos miembros de la Ejecutiva: María Luisa Carcedo y Magdalena Valerio. Uno de los ministros salientes es también el andaluz José Guirao, que accedió al Ministerio de Cultura tras la dimisión de Máxim Huertas y por su amistad con la vicepresidenta Carmen Calvo. Guirao ha dejado una buena gestión y un trabajo encomiable en la reforma del Museo del Prado.

Sale Guirao, pero entra el magistrado gaditano en uno de los ministerios más complicados. Que cuatro andaluces sean miembros del Gobierno y ninguno de ellos forme parte del susanismo indica lo alejada que se encuentra la ex presidenta del dirigente madrileño.

Trío andaluz

Carmen Calvo, María Jesús Montero y Luis Planas, ése es el trío andaluz en el Gobierno, aunque sus puestos no obedecen a cuota regional. Forman parte del núcleo duro del Gobierno, Sánchez conocía mejor a Calvo que a Montero y a Planas cuando les propuso ser ministros, y el balance que hace de cada uno de ellos es muy positivo. Tanto que ninguno ha estado en la lista de dudosos y que Montero pasa a ser la portavoz, en sustitución de Isabel Celáa. También le compensa, así, por la vicepresidencia que ha dado a Nadia Calviño, cuyo cargo está concebido como un tranquilizador ante las preocupaciones de Bruselas por la incorporación de los ministros de Unidas Podemos.

Montero ha negociado con los de Pablo Iglesias el programa de Gobierno, la diputada sevillana siempre ha sido muy cercana a IU y, ahora, a Podemos, los entiende y sabe cuáles son los límites de los que ella no puede pasar. La ministra de Hacienda también tiene buenas relaciones con el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés. Como Carmen Calvo, que es quien va a llevar el peso de la negociación con la Generalitat. La cordobesa, profesora de Constitucional, ha participado en los últimos posicionamientos del PSOE sobre la reforma territorial de España. 

María Jesús Montero es la preferida por el sanchismo para ser la próxima candidata a la Presidencia de la Junta en caso de que Susana Díaz pierda las primarias. Montero no tiene prisas ni muchas ganas, y su salto tendrá que venir precedido de un cambio en la secretaría general del PSOE andaluz. Alguien que pueda ejercer en el partido para, después, proponer a otro candidato como Montero.

Congreso regional en 2020

El PSOE celebrará su congreso y las primarias este 2020, sobre el verano, después del congreso federal que reelegirá a Pedro Sánchez. Los críticos andaluces estaban esperando a la formación del Gobierno español, una vez que ha haya tomado posición, comenzarán a encarar de modo público esta posición. El primero en hacerlo ha sido el alcalde de Torremolinos, José Ortiz, pero también los hay en Cádiz, como el alcalde de Chiclana, en Huelva y en Jaén. Esta última provincia es la clave de bóveda que sustenta el PSOE andaluz. Jaén va siempre unida y suele apostar, o promocionar, por el ganador.

El hombre que suena en el partido es el diputado jiennese Felipe Sicilia, un politólogo que es funcionario del Cuerpo Nacional de Policía y que fue portavoz adjunto del grupo socialista en el Congreso en la pasada legislatura. El podría ser la opción, pero todo indica que los sanchistas se tendrán que ganar el poder en el partido en unas primarias, Susana Díaz no renunciará. La ex presidenta negoció de modo muy hábil el mantenimiento de los presidentes de las diputaciones de Sevilla y de Cádiz, y este poder es aún muy valioso para ganar unas primarias.

Claro que María Jesús Montero no tiene especial interés en jugar esa carrera, está satisfecha en Madrid y tiene la confianza de Sánchez. El presidente no ha hecho ningún gesto con el socialismo de Susana Díaz. En su día le ofreció la presidencia del Senado, y la andaluza no quiso, lo rechazó con el argumento de que desear repetir de candidata a la Junta.

La ministra de Hacienda tiene una cuenta especial pendiente con Andalucía en esta legislatura. Fue ella, cuando era consejera de la Junta, quien puso cifra al déficit de las cuentas de la administración andaluza. Son 4.000 millones de euros que faltan para que los servicios fundamentales funcionen correctamente. El presidente Juanma Moreno los viene reclamando, el PP ha comprendido cuánta razón tenía la entonces consejera al reclamar ese dinero al Estado.

Pedro Sánchez sigue sin recibir a Juanma Moreno, a pesar de que la costumbre democrática es que el presidente del Gobierno reciba en Moncloa a los dirigentes autonómicos al ser elegidos. No obstante, el Gobierno andaluz errará si convierte a Montero en una enemiga especial. Ella, que fue muy crítica con Cristóbal Montoro, mantuvo una buena relación capaz de solventar los problemas más graves. Lo mismo le ocurrió a Susana Díaz con Mariano Rajoy.

María Jesús Montero ha sido reprobada por el Parlamento, fue citada dos días antes de finalizar la campaña electoral a la comisión de investigación de la Faffe y señalada como autora de una intervención de las cuentas andaluzas que no es tal. Al titular de Hacienda, Juan Bravo, tampoco le interesa tener en Madrid al peor enemigo, la estrategia le puede venir bien al PP, pero no a las cuentas de la Junta.

En el Gobierno habrá un quinto ministro de origen andaluz, Alberto Garzón, titular de Consumo. Este departamento es casi un ministerio sin cartera, sólo tendrá dos direcciones generales. La gaditana Noelia Vera será la secretaria de Estado de Igualdad, adjunta al ministerio de Irene Montero. Adelante Andalucía, como el PSOE andaluz, mantiene malas relaciones con la dirección federal. Su líder, Teresa Rodríguez, se opuso al pacto de Iglesias con Sánchez, y nadie de su formación ha tenido hueco en el Gobierno.

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