Tormenta política

Juanma Moreno y Juan Marín escenifican la "solidez" del Gobierno andaluz y su voluntad de acabar la legislatura

  • Presidente y vicepresidente se afanan en alejar su alianza de la ruptura en Madrid y Murcia

Juanma Moreno y Juan Marín, comparecencia a contrarreloj este miércoles 10 de marzo en el Parlamento andaluz.

Juanma Moreno y Juan Marín, comparecencia a contrarreloj este miércoles 10 de marzo en el Parlamento andaluz. / Juan Carlos Muñoz

El andaluz es un Gobierno "sólido" que "goza de buena salud" y cuyos miembros se tienen "afecto", según Juanma Moreno. Para Marín, su alianza es una "isla" en medio del "ruido y la inestabilidad" por la que pasan las relaciones entre el PP y Ciudadanos después del terremoto desatado en la mañana de este miércoles tras la ruptura en Murcia y, después, en la Comunidad de Madrid. Ambos, presidente y vicepresidente de la Junta, han comparecido esta tarde en el patio principal del Parlamento andaluz -ante una atención mediática inusitada- para dejar claro que alrededor de San Telmo hay un rompeolas que impide que el temporal nacional de populares y naranjas llegue a Andalucía. 

Tanto Moreno como Marín habían defendido ya la tranquilidad que se vive en el Gobierno andaluz pese al ruido de sus compañeros. El mensaje es el mismo que se viene lanzando desde que se hizo pública la moción de censura en Murcia tras un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos: "estabilidad". El contagio de la ruptura de Murcia a la convocatoria electoral de Madrid ha provocado la necesidad de esta puesta en escena para añadir a esa estabilidad "serenidad y confianza", en palabras del propio Juanma Moreno. El presidente, además, ha reiterado su voluntad de agotar la legislatura y convocar los comicios cuando toca, a finales de 2022.

El mensaje es para los ciudadanos, pero también para socios y contrincantes. Juanma Moreno ha respondido así a Vox, que ha pedido la convocatoria adelantada de elecciones tras el acuerdo entre socialistas y naranjas en Murcia. No hacía ni 24 horas que el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta, Elías Bendodo, había incluído a la formación de Santiago Abascal en las "fuerzas del cambio". Seis horas antes, el portavoz de Vox ha acusado al PP de no hacer nada para "impedir" la entrada de la izquierda en Murcia y ha calificado a Ciudadanos como un socio "muy poco fiable".

Más allá de la erosión que ha sufrido la relación de esas "fuerzas del cambio" es justo ese cambio lo que otorga a Andalucía un hecho diferencial que permite al Gobierno de PP y Cs ser inmune (de momento) a la inestabilidad que viven populares y naranjas en el resto del país. En Andalucía, Ciudadanos permitió desalojar del PSOE tras 37 años de mandatos socialistas sumando con el PP y recibiendo el apoyo de Vox. En Murcia, Madrid y Castilla y León era el PP quien llevaba décadas en los gobiernos, pero entonces la prioridad de Ciudadanos y su ex líder, Albert Rivera, era distinta y prefirió evitar la investidura de presidentes socialistas.

"Los andaluces pidieron cambio y se está produciendo de manera sosegada y tranquila", ha defendido el vicepresidente Marín antes de asegurar que "no es el momento de gestos ni giros". El líder andaluz de Ciudadanos y su homólogo en el PP han aprovechado también para poner tierra de por medio con las situaciones que se han vivido en los ejecutivos murciano y madrileño. Moreno, de hecho, ha ensalzado la "enorme complicidad" y la voluntad de diálogo que, en su opinión, caracteriza a los socios andaluces. "Los ciudadanos quieren que solucionemos los problemas, no que convoquemos elecciones", ha zanjado Marín, quien ha reconocido que la aritmética de Madrid y Murcia es idéntica a la andaluza. 

El mensaje es claro, pero es inevitable trazar paralelismos entre Andalucía y Murcia, ya que el argumento de socialistas y naranjas para explicar su alianza en Murcia es la exigencia de Vox de implantar el pin parental en la región. Esta ruptura en la comunidad vecina, donde la relación entre PP y Cs no era tan plácida como en Andalucía, coincide con el distanciamiento que Vox ejerce respecto al Gobierno de Juanma Moreno desde hace dos semanas precisamente porque consideran que su acuerdo para implantar el pin parental no se está cumpliendo.  

Ni Moreno ni Marín se han referido a sus socios parlamentarios, aunque han respondido claramente a la petición del adelanto de elecciones que ha hecho por la mañana el portavoz de Vox. Cuestionado sobre este asunto, el vicepresidente ha restado importancia a la nueva amenaza de la formación de Santiago Abascal y ha recordado que al ser un Gobierno "en minoría" deben negociar cada decreto y cada ley en la Cámara. Marín también ha descartado turbulencias en su grupo parlamentario, donde se han producido algunas discusiones sobre el rumbo que debe tomar la formación naranja, ya que ha recabado el apoyo de sus 20 diputados en una reunión este mediodía. 

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