José Bretón cambió de versión sobre la desaparición después de ser detenido

José Bretón cambió de versión sobre la desaparición de sus dos hijos en el parque tras ser arrestado, en la noche del 17 de octubre de 2011. Así lo desvelaron ayer dos de los agentes de la Policía Nacional que participaron en la detención, quienes detallaron que el acusado les ofreció un relato de los hechos "diferente" al que éste siempre ha defendido, la última vez la semana pasada ante el Tribunal Popular. En concreto, Bretón les afirmó que el día 8 de octubre de 2011 al llegar al parque en su vehículo "dio una primera vuelta" y que, al no haber aparcamiento, dejó a los niños solos "al inicio" del circuito mientras él se fue a buscar estacionamiento. Cuando regresó a buscar a los pequeños, según les señaló a los agentes, "los pequeños ya no se encontraban en ese lugar".

Esta nueva versión, según relataron los efectivos policiales, la ofreció José Bretón tan sólo unos minutos después de ser detenido, tras pedir mantener contacto telefónico con la madre de los pequeños, Ruth Ortiz. "Al detenerlo suspiró como diciendo al fin ha ocurrido esto y, de inmediato, nos dijo que quería hablar con Ruth para contarle lo que pasó realmente en el parque", detalló uno de los testigos. El relato de los hechos que en ese momento ofreció el acusado se contrapone con el que ha defendido a capa y espada desde el momento en el que denunció la desaparición de sus hijos. Bretón, según coincidieron dos de los policías que testificaron ayer, el día de su arresto situó la desaparición de los niños al "inicio" del Parque Cruz Conde, donde dijo que los dejó mientras buscaba un aparcamiento. Tras dar una vuelta y volver al lugar a por ellos, según les dijo los agentes, "ya no se encontraban allí". Los policías insistieron en que este relato de los hechos era "una versión totalmente diferente a la que había ofrecido", ya que Bretón desde el primer momento declaró que sus hijos se habían perdido en el interior del parque mientras que él se encontraba sentado en una barra de ejercicios.

Al ofrecer esta nuevo relato de los hechos, según los agentes, el acusado se mostró "tranquilo", al igual que el día que denunció la desaparición de los menores, el 8 de octubre de 2011. "Todas las personas cuando denuncian una desaparición están desesperadas, angustiadas e, incluso, muestran un sentimiento de culpa. Yo en ningún momento he notado que el acusado se sintiera culpable o arrepentido por cometer un error", insistió un agente.

Uno de los policías del grupo de homicidios de Córdoba, además, señaló que el día 9 de octubre se entrevistaron con Bretón para que les detallase el recorrido que realizó con su coche el día de la desaparición. Según explicó el agente ante el Jurado, el acusado "no supo responder" y mantenía una actitud "pasiva, muy pendiente de todas las preguntas y comentarios". En ese encuentro a la Policía también le resultó "chocante" que el acusado confirmara que no le dio de comer a los pequeños desde las 10:00, que se durmieran en el coche sin haber almorzado o que el acusado no preguntase en ningún momento cómo iban las gestiones policiales para encontrar a sus hijos. Por todo ello, el agente insistió que desde la primera toma de contacto con el acusado "se sospechó" de la versión que ofrecía e los hechos. "Había más de un 90% de posibilidades de que los niños se encontraran en la finca", insistió.

Varios de los agentes que testificaron ayer y que participaron en los registros de la parcela hicieron alusión a una serie de episodios en los que Bretón mostró una actitud "distendida", a pesar de que sus hijos habían desaparecido. En concreto, detallaron que durante un receso de la búsqueda en la parcela en la noche del 10 de octubre José Bretón sacó un radiocasette que tenía en la casa para escuchar música y "formar una juerga". En otra ocasión contó a varios agentes "un episodio sexual que tuvo con una prostituta rumana" días antes de los hechos, al tiempo que se refería a la madre de los niños, en un tono "muy despectivo", como "la zorra esa" o el "pendón desorejado". Otro día los agentes le propusieron al detenido ver el fútbol e ir a un prostíbulo si éste les decía dónde se encontraban los niños, a lo que Bretón les contestó que "le parecía un buen plan".

Los agentes también recordaron el registro en la vivienda de los padres de Bretón, situada en la zona de la Viñueña, en el que descubrieron la receta de los tranquilizantes. "Su cara cambió, se echó sobre una pared con la mirada perdida", detallaron.