La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía redobla sus esfuerzos para contener la epidemia del coronavirus. A las iniciativas ya anunciadas, se añade una reducción drástica de las operaciones. Quedan fuera de la suspensión todas las cirugías no oncológicas que necesiten después el ingreso del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 

También se aplazan todas las pruebas de revisiones de pacientes no oncológicos. Se mantienen las primeras pruebas tanto en enfermedades graves como oncológicas. Asímismo, se disminuyen y, en caso de que haga falta en cada centro hospitalario se suspenderán, las operaciones de cirugía mayor ambulatoria. Quedan fuera de estas restricciones los transplantes y las transfusiones y las pruebas relacionadas con el embarazo.

"Todas estas medidas van enfocadas a liberar camas de UCI", ha explicado el consejero de Salud, Jesús Aguirre, que ha comparecido junto con el vicepresidente Juan Marín en San Telmo para dar cuenta de la situación en la comunidad. Estas nuevas instrucciones son aplicables tanto a la infraestructura pública como a las clínicas privadas, ya que desde el viernes la Consejería de Salud ejerce como mando único de toda la sanidad en Andalucía

Desde ese momento también están bajo control de la Administración autonómica todas las empresas de ambulancias privadas, dirigidas ahora desde la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES). En Atención Primaria se mantienen las urgencias, pero se refuerza la labor de los equipos móviles y primarán las visitas a domicilio y la telemedicina, ha explicado Aguirre.

En materia de personal, el titular de Salud ha informado que se han autorizado a los gerentes de las distintas áreas hospitalarias para contar con los liberados sindicales que hayan solicitado su reincorporación temporal al servicio.