Aunque hablar de fentanilo y los efectos de su adicción en EEUU lleva meses acaparando la sección de internacional de informativos de toda España, la confirmación del fallecimiento por sobredosis de este opioides de uno de los protagonistas de la exitosa serie Euphoria, el actor Angus Cloud, ha levantado ampollas.

Las duras imágenes de personas bajo los efectos de la llamada droga zombi ha sobrepasado los límites de las zonas más deprimidas de las principales ciudades de la nación y, con ello, la preocupación es creciente entre la sociedad norteamericana.

El fentanilo es un potente opiáceo sintético hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina y ha ganado notoriedad durante los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de coronavirus.

De hecho, el 81% de las muertes por sobredosis en la ciudad de Nueva York son causadas por el fentanilo, según cifras que desveló este lunes el Departamento de Salud de la ciudad, que alertó además que las muertes por sobredosis crecieron en un 12% en 2022 con respecto al año anterior.

Aquí, a miles de kilómetros de distancia, las noticias que llegan desde el otro lado del charco, como suele decirse, no pasan desapercibidas ante una sustancia universal y que mundialmente es utilizada por indicación terapéutica como tratamiento de dolor irruptivo en pacientes adultos que ya reciben tratamiento con opiáceos para tratar dolor crónico en cáncer. También dentro de nuestras fronteras.

El boom de muertes por sobredosis ha motivado una reacción en el Gobierno andaluz, que, aunque según las fuentes consultadas "se descarta un problema grave de consumo" en la región, sí pide una vigilancia, por lo que ya trabaja en la confección y desarrollo de un protocolo de actuación sobre el uso racional de opioides de prescripción, haciendo hincapié en el uso de fentanilo, en particular, de liberación inmediata.

En el mismo, según recoge el borrador, aún en fase de consenso por parte de los distintos componentes del grupo de trabajo, liderado por la Subdirección de Farmacia y Prestaciones del SAS, y con la presencia de representantes de Atención Primaria, la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFYC), la subdirección de Adicciones e Inclusión, Salud Mental y el Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor, se pretenden establecer criterios unificados de promoción, prevención universal, selectiva e indicada e información a los usuarios; criterios de uso racional de estos fármacos, según ficha técnica; de derivación de estos pacientes a través de la red pública asistencial según los ítems establecidos; criterios de seguimiento; y, formación al personal facultativo.

Con todo, según las mismas fuentes, dentro de las actuaciones del Gobierno andaluz por frenar las posibles adicciones a este compuesto, el consumo de fentanilo de liberación rápida ha descendido en la región en los últimos cinco años hasta un 32%. Eso no quita, no obstante, que, teniendo en cuenta la base de datos de la Red Pública de Adicciones de Andalucía, SIPASDA, hasta el pasado mes de mayo estaban registradas en tratamiento un total de 69 personas en la comunidad cuya droga principal es fentanilo, 38 hombres y 31 mujeres. 

Por su parte, con cifras del Observatorio Andaluz sobre Drogas y Adicciones, en 2019 se registraron 16 muertes por sobredosis de opioides en esta comunidad autónoma, de las cuales sólo una fue por fentanilo. Salud recalca, igualmente, que el Plan Nacional sobre Drogas recoge que en 2018 sólo el 0,1% de las personas que acudieron a tratamiento por consumo de drogas en Andalucía lo hicieron por opioides sintético.

"Muy alerta"

El mismo plan ya ha avisado de que está "muy alerta" sobre este consumo, tanto, que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud puso en marcha en 2021 un plan para mejorar su uso. Así, se estima que la incidencia de abuso y dependencia relacionada con el uso terapéutico de fentanilo de liberación inmediata en uso fuera de las indicaciones de la ficha técnica ha pasado de casi un 60% a menos de un 5%, tras la implantación de las medidas de mejora de su uso.

En España, el consumo de fentanilo es 17 veces inferior al de Estados Unidos, donde se ha producido una grave crisis sanitaria por las muertes por sobredosis de este fármaco. Según el Plan Nacional sobre Drogas, en 2018, sólo el 0,1% de las personas que acudieron a tratamiento por consumo de drogas en España lo hicieron por opioides sintéticos. Ese mismo año se registraron 611 muertes por sobredosis de fentanilo en todo el país.

Por otro lado, entre junio de 2019 y junio de 2020, se prescribieron en España 3,2 millones de recetas de opioides, y el 73% se concentró en tres fármacos: tapentadol, parche de fentanilo y oxicodona-naloxona.

La Consejería de Salud, por su parte, avisa de que el abuso de fentanilo puede ocurrir tanto en personas que lo obtienen con receta médica como en las que lo adquieren de forma ilegal en el mercado negro. La adicción a este fármaco responde al consumo excesivo o indebido de este opioide sintético, que puede causar dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y sobredosis.