La Voz Invitada

Peligro para el regadío en el Genil-Cabra

Embalse de Cordobilla.

Embalse de Cordobilla.

En los primeros años de la década de los 50 se construye con un uso hidroeléctrico el pantano de Cordobilla, su promotor fue la empresa eléctrica actual Endesa, la superficie ocupada es de 313 Ha, un volumen inicial de embalse de 33 Hm3 y una altura de lámina de agua de 28 metros. El embalse de Cordobilla fue declarado como Paraje Natural en el año 1989. También es, desde el año 2002, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y humedal Ramsar.

A comienzos de 1990 se introduce un nuevo uso para el embalse, el regadío, al ponerse en funcionamiento las instalaciones de la Comunidad de Regantes Genil-Cabra. Esta zona regable es declarada de interés general en el año 1974, y engloba unas 40.000 hectáreas, de las cuales actualmente se encuentran en riego 23.946 hectáreas, afectando a varios municipios de las provincias de Córdoba y Sevilla, Puente Genil, Santaella, Aguilar de la Frontera, Montalbán, La Rambla, Montilla, Estepa y Écija.

Desde el embalse de Cordobilla se bombea agua al canal principal, este tiene una longitud de unos 32 km de longitud, variando su profundidad desde los 4,15 metros en los primeros 20 kilómetros a los 3,75 metros de profundidad en los últimos 10 kilómetros, lo que permite distribuir el agua a las parcelas que componen esta Zona Regable y en el inicio esto se realizaba sin ningún tipo de problema.

En el año 1998 se produce el avistamiento de sedimentos en la superficie con la aparición de una pequeña isla. Durante los primeros años de la década de los 2000 la sedimentación aumenta y la isla crece, dividiendo el pantano longitudinalmente; el agua circulaba por dos cauces claramente definidos a ambos márgenes del pantano. Con los aportes de sedimentos en el otoño del año 2007, la colmatación aumenta gravemente, generando los primeros problemas en el bombeo, el agua sólo circula por la margen izquierda, llega a la presa y retorna hacia la estación principal de bombeo de la Comunidad, esta agua bombeada tenía un altísimo contenido en lodo, lo que produce problemas en el arranque de las bombas.

Durante el invierno 2008-2009, la disminución en el caudal de entrada a la estación de bombeo, así como en la velocidad del agua, aumentan de manera exponencial la colmatación, con lo que los problemas en el bombeo son enormes, haciendo prácticamente imposible el suministro normal de agua de riego, y por lo tanto, el funcionamiento de la Comunidad. La cantidad de lodo en el agua bombeada al canal es tal, que la altura de agua útil del canal va quedando cada vez más reducida.

El alto contenido en material sólido fino que atraviesa los filtros rotativos de las estaciones y llegan, por tanto, a las parcelas, obstruyen los filtros para goteo de los regantes, dando lugar a continuas maniobras de lavado de los mismos que aumenta mucho la relación entre el agua de lavado y el agua filtrada. En abril 2009 Endesa recrece los aliviaderos de la presa aumentando la altura de la lámina del agua 25 cm. Esto permitió salvar el riego durante el verano, de ese año.

Funcionamiento limitado

El invierno 2009-2010 las grandes escorrentías, agrandan y profundizan el cauce del río en la margen opuesta del pantano y disminuye el caudal de agua que llega a las tomas situadas en la margen opuesta. Para salvar la situación, Endesa realizó unos canales que atravesando la isla central permitieron que el agua pudiese cruzar de la margen izquierda a la derecha. Esto ha permitido un funcionamiento limitado y nunca simultáneo, de las instalaciones de la Comunidad y de Endesa.

Las grandes aportaciones del invierno 2010-2011 agravaron la colmatación cerrando todos los pasos de agua por la margen derecha del pantano, con lo que el cauce original se cerró con vegetación de ribera. Los canales que realizó Endesa se han mantenido abiertos ya que, aunque se intentan cerrar, al bombear creamos una corriente de agua hacia la estación que los limpia a costa de aportar gran cantidad de lodo al primer tramo del canal.

En la actualidad, el pantano está totalmente colmatado, sin capacidad ninguna para almacenar agua. Así pues, la Comunidad de Regantes tiene serios problemas para poder bombear agua al canal, siendo necesario actuar sobre la aspiración de las bombas, se realizan constantemente refuerzo y reparación de las mallas instaladas, y limpieza en la zona de aspiración de las bombas.

La continua entrada de barro en el canal principal de la zona regable, ha supuesto unos importantes gastos de extracción de lodos superiores a los 900.000 euros (162.000 m3 de barro extraído) en los últimos 6 años soportados por la Comunidad.

Estado insostenible

En julio de 2022 CHG adjudica las obras contempladas en el “Proyecto de actuaciones para la mejora ambiental y de usos sociales y económicos del embalse de Cordobilla” que data del 2016, éstas deberían haber comenzado en el mes de septiembre de 2022, pero debido a la mucha complejidad en su ejecución, por el sometimiento de las actuaciones impuestas por la Declaración de Impacto Ambiental (2020), se encuentran suspendidas.

El importe de adjudicación asciende a 2.979.802,98 euros (iva incluido). A su vez en febrero de 2023 se ha adjudicado la obra descrita en el “Proyecto para la mejora del canal principal de la zona regable del Genil-Cabra con el fin de aumentar la eficiencia del transporte de caudales en el término municipal de Puente Genil. Córdoba”, por un importe de 2.097.812,12 euros (iva incluido). El estado actual del canal es insostenible, urge realizar una limpieza del primer tramo para que recupere su volumen inicial y permita regar con una calidad del agua adecuada para el riego, evitando los problemas continuos en las instalaciones tanto de la Comunidad como de los regantes.

El regadío del Genil-Cabra es el principal motor de desarrollo económico de los municipios a los que afecta, siendo una agricultura sostenible, generadora de empleo y de gran valor añadido, que ha permitido a lo largo de los años un desarrollo de empresas de servicios auxiliares a este sector y la instalación de una industria agroalimentaria emergente, generadora de empleo, fundamentalmente femenino que, de mantenerse la situación actual, se verán abocadas a desaparecer, desestabilizando el paisaje económico, laboral y social de nuestros municipios.

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