zona norte

La proliferación de algas provoca mal olor y sabor en el agua de Sierra Boyera

  • Emproacsa ha informado a los municipios a los que abastece el embalse -del que beben 80.000 vecinos- de que ha intensificado el trabajo para erradicar un problema que no afecta a la potabilidad

Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sierra Boyera.

Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sierra Boyera. / reportaje gráfico: el día

Los vecinos de los 16 municipios de la zona Norte de la provincia a los que abastece el embalse de Sierra Boyera -repartidos entre el Valle del Guadiato y Los Pedroches y que suman unos 80.000 habitantes- llevan cierto tiempo quejándose de que el agua que sale de sus grifos tiene un mal sabor y huele mal. Incluso han llegado a quejarse en sus respectivos ayuntamientos. La Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa) ha confirmado, a través de una carta remitida a los municipios afectados que el origen del problema está en la proliferación de algas en el embalse como consecuencia de la sequía. La empresa dependiente de la Diputación relata que trabaja intensamente para acabar con el problema y que ese mal olor y sabor no afecta a la potabilidad del agua.

En la misiva, desde Emproacsa se relata que desde el año 2013/14 se vienen registrando en la cuenca del Guadalquivir un volumen de precipitaciones inferior a lo normal. "Como consecuencia, las aportaciones de agua a los embalses suponen una disminución del 45% en este cuatrienio seco respecto de la media de los últimos 25 años. Todo esto se ha visto agravado por las altas temperaturas y la duración del estiaje. Como resultado de lo anterior, el embalse de Sierra Boyera se encuentra actualmente a sólo un 35% de su capacidad", insisten desde Emproacsa. Desde la empresa provincial añaden que este embalse tiene además un estado de eutrofización alto, o lo que es lo mismo, concentraciones elevadas de nutrientes que favorecen la proliferación excesiva de organismos acuáticos, "principalmente algas". "Las especiales condiciones climáticas del último año, en cuanto a las temperaturas, radiación solar y el bajo nivel de agua embalsada han generado en el ecosistema acuático un crecimiento de algas muy importante, algas que producen sustancias con olor y sabor característico", confirman desde Emproacsa. Para informar de que como medida correctiva se ha intensificado el tratamiento de agua bruta en la ETAP de Sierra Boyera "con el fin de intentar eliminar los problemas organolépticos en el agua del embalse". No obstante, insisten en que la eliminación de estas sustancias generadoras de olor y sabor es compleja, "pues aún reduciéndola notablemente, al ser volátiles pueden ser detectadas por el consumidor aún en concentraciones a nivel trazas, que puede rechazar su consumo. Igualmente se ha establecido un seguimiento específico para garantizar que el agua mantiene las condiciones de potabilidad a pesar del problema señalado", puntualizan desde Emproacsa.

Desde la empresa provincial inciden en que esta situación puede mejorar próximamente con las modificaciones en el tratamiento que se están efectuando y en el momento en el que cambie el clima y aumenten las precipitaciones, "lo que permitirá que se produzca la renovación del agua embalsada".

La sequía no sólo ha traído consigo el problema de malos olores y sabor del agua en Sierra Boyera. La bajada de las aguas ha hecho que emerja un asentamiento ibérico, en concreto un poblado por los antiguos túrdulos y que los arqueólogos ya consideran el mejor conservado en la comarca del Alto Guadiato hasta el momento, según el arqueólogo Antonio Monterroso. El agua lo ha limpiado y dejado en disposición para investigarlo. Mientras perdure la sequía y hasta que las precipitaciones sumerjan los restos, la Universidad de Córdoba llevará a cabo una labor de urgencia, autorizada por la Junta y la Confederación, para salvaguardar los valores históricos de este yacimiento.

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