Pensaba dedicar mi artículo de hoy al desvarío catalán. A ratificar lo que muchos piensan en el sentido de que los que mal gobiernan la Generalitat, con Puigdemont y Junqueras a la cabeza, han perdido el rumbo por completo y se han instalado en una locura que nadie en Europa entiende. Pensaba añadir -aun a riesgo de que me acusen de equidistante- que el Gobierno de Rajoy ha demostrado una torpeza mayúscula y que el resto de partidos -PSOE, Podemos y Ciudadanos- están pensando más en lo suyo que en lo que le importa de verdad a la gente. Luego pensé que no, que mejor hacer un análisis de la realidad cordobesa y entrar de nuevo en el debate sobre la ineptitud con la que la Gerencia de Urbanismo está llevando el asunto de Cosmos y de cómo la situación se ha enracedido tanto que hasta el coordinador provincial de IU y primer teniente de alcalde, Pedro García, acusa a los sindicatos mayoritarios de defender los intereses de las multinacionales en lugar de a los trabajadores. Vivir para ver. Y lo que nos queda.

En ese dilema me encontraba hasta que llegó a la redacción del periódico una noticia que a buen seguro no ha sido portada en ningún informativo. Se trata de una estudio de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) que pone los pelos de punta y que viene a concluir, entre otras cosas, que casi el 62% del presupuesto para I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) del año pasado no ha llegado a gastarse, lo que equivale a la friolera de 3.114 millones de euros. Nazario Martín, presidente de esa con federación de sociedades científicas, dijo además que hay un "descontrol generalizado" de becas y convocatorias para la formación de investigadores, como las ayudas para la Formación de Profesorado Universitario (FPU), que han disminuido de más de 100 millones de euros en 2011 a poco más de 83 millones en 2017, algo "dramático" para el día a día de los grupos de investigación y que "castiga a la formación". Y añadió que "el sistema de ciencia no puede estar continuamente pendiente de la financiación disponible" porque "hay que trabajar a largo plazo".

Pues si me lo permiten, esto también es un problema de Estado. Y muy serio. Mientras leemos y escuchamos que nuestros investigadores -muy bien formados por cierto- se tienen que marchar fuera ante la falta de expectativas en España, resulta que lo que se consigna en los Presupuestos Generales del Estado ni tan siquiera se gasta. Simplemente, vergonzoso.

Y ya puestos a pensar, a un servidor se le ocurre que en un país en el que a quienes trabajan en campos como el de la ciencia, la medicina la ingeniería con el fin de mejorar la vida de todos se les trata con una patada en el trasero, pues tampoco es tan descabellado que haya personas con altas responsabilidades en la gestión de lo público que decidan saltarse a la torera las leyes y de escudarse en los sentimientos de la población para lograrlo. O que alguien crea que eso de que haya industrias y empresas que generen empleo tampoco es tan importante. O que gobernar es esperar a que pase el temporal. A lo mejor es que pensamos demasiado. ¿Quién sabe?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios