Quiere y no puede lo sabe y llora, que dirían los Mártires del Compás. Estos días de terremotos políticos no puedo dejar de pensar en la idea del amor platónico, ya saben ese tipo de amor que nos motiva e impulsa para intentar conocer y contemplar la belleza y a la postre nos hace mejores. Amar las formas o ideas eternas, inteligibles, y perfectas. Además de la idea de este tipo de amor permanentemente insatisfecho, Platón también creó la teoría del mundo de las ideas, donde todo era perfecto y todo en el mundo real es una copia imperfecta de ese mundo de las ideas. Efectivamente, para perfecto, el mundo de las ideas de Platón, el mundo real es para colgarle el cartel de "cerrado por derribo". El 7 de marzo de 2017 Ignacio González descubre que está siendo investigado por corrupción porque le llega un chivatazo de una magistrada. Habla con su hermano, Pablo González, y le avisa de que van a por ellos. "¿Quién es el secretario de Estado de Seguridad?", se preguntan los hermanos en una de las grabaciones de ese día.

El secretario de Estado de Seguridad es José Antonio Nieto, exalcalde de nuestra ciudad, otro de los amigos colocados por Juan Ignacio Zoido en el Ministerio del Interior, en un puesto muy delicado, a pesar de que no cuenta con experiencia acreditada para desempeñarlo. En solo unas horas, Pablo González consigue una cita con el secretario de Estado. La reunión se produce al día siguiente, el 8 de marzo. Según Nieto, no hablaron de la investigación. Si dijese lo contrario, estaría autoinculpándose de un delito penado con entre dos y medio y cuatro años de prisión.

Según Nieto, el encuentro duró 15 minutos; Pablo González solo quería felicitarle por su nombramiento aunque tres meses después de ser nombrado. Pero el hermano del expresidente de Madrid, tras salir de la reunión, llama a otro miembro de la banda. "Ha sido muy interesante. Te lo contaré pero no por teléfono", dice, en otro pinchazo telefónico que desvela la Ser. A este lamentable relato, más propio de una novela policiaca que de la vida política real, hay que unirle que el recién nombrado Fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, intentó detener alguno de los registros de la Guardia Civil en la operación Lezo. Los ciudadanos vivimos en el mundo real pero ellos se arrogan el estatus de la perfección del mundo platónico. Sin embargo la terca realidad les demuestra que aunque quieran, no pueden, lo saben y algunos lloran.