Hay situaciones que parecen increíbles, pero que inevitablemente se dan. Y ha ocurrido esta semana en Córdoba, a cuenta del manido baipás del AVE en Almodóvar del Río, que no es otra cosa que un desvío que ha previsto en la línea Madrid-Córdoba-Sevilla para enlazar este trazado con el que va hasta Málaga. La consecuencia es que los trenes que circulen entre la capital de la Costal del Sol y la sevillana no tendrán que parar en nuestra ciudad. Las consecuencias son evidentes: una mejor y más rápida conexión Sevilla-Málaga y menos paradas en Córdoba para ir a la costa. Aunque en soledad, el Ayuntamiento de Almodóvar del Río lleva años levantando la voz en contra de esta actuación porque considera que deben ser prioritarios otros proyectos, como la puesta en marcha del Cercanías entre Villa del Río y Palma del Río.

Ahora, cuando Rajoy ha ratificado que ese baipás saldrá a licitación el próximo año, el Ayuntamiento de la capital se ha dado cuenta de que sus consecuencias no son nada beneficiosas para la capital, sobre todo para un sector como el turístico, ya que la oferta de trenes con parada fijada por estos lares se reducirá notablemente, o al menos es lo que se vaticina. En total son 32 millones de euros de inversión para una obra que, además, se supone que generará empleo en la zona, tal y como ocurrió en aquellos lejanos años de la construcción del AVE a Málaga.

Lo realmente curioso del asunto es que la obra pública más importante que se prevé realizar en Córdoba en los últimos años, resulta que no nos favorece en nada e incluso puede generar un perjuicio que aún está por valorar. Es un ejemplo más de que, por acción u omisión, la provincia se mantiene muy lejos de los objetivos prioritarios del Gobierno. O lo que es lo mismo, después de años a la cola del Estado en materia de infraestructuras -y los que quedan-, resulta que cuando salimos en los papeles es para incluir algo cuyo impacto positivo es más que discutible.

Así las cosas, es evidente que las salidas más o menos dignas al problema son limitadas. En primer lugar porque conseguir que Fomento renuncie a la ejecución del baipás parece realmente imposible, porque el peso a todos los niveles de Málaga y Sevilla es el que es y ahí Córdoba tiene poco que hacer, más allá de abrir una disputa más mediática y de cara a la galería. A nivel práctico, si como digo se confirma la ejecución del proyecto, no queda otra que reivindicar que todos los convoyes con origen en Madrid y que tengan como destino Sevilla y Málaga hagan escala en Córdoba. En cuanto a los que van entre las dos capitales andaluzas, pues reclamar que cuantos más se detengan aquí, mejor. De otro lado, es cierto que ha sido hace unas semanas cuando Rajoy ha ratificado la puesta en marcha del baipás, aunque el Gobierno lo tenía en sus planes desde hace tiempo, con estudios ambientales y de impacto ya redactados. Por eso, llama la atención que algunos partidos se rasguen las vestiduras ahora y muestren su preocupación -otros se pusieron de perfil y ahí siguen-, cuando han tenido tiempo más que de sobra para alertar de las consecuencias. Por desgracia, así nos va.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios