celso albelo. tenor

"La educación musical no pasa por sus mejores momentos"

  • El canario interpreta canciones de compositores sudamericanos en el disco 'Íntimamente', acompañado al piano por Juan Francisco Parra

Celso Albelo.

Celso Albelo. / joan tomàs / fidelio artist

El tenor tinerfeño Celso Albelo proyecta su voz hacia América Latina en Íntimamente, un disco que sale a la venta el próximo viernes y en el que, acompañado por Juan Francisco Parra al piano, interpreta canciones de compositores argentinos, venezolanos, mexicanos y chilenos.

-¿Cómo surge este proyecto y qué supone en su trayectoria?

-Es un proyecto desarrollado con mucho cariño. Se me conoce sobre todo por mi trayectoria operística, pero el folclore ha sido una constante en mi vida musical desde que era pequeño. En Canarias el trasiego entre Sudamérica y la península siempre ha sido importante. Crecí con eso y siempre tuve la idea de que mi manera de cantar y de entender algunas cuestiones procede de este bagaje. Siempre he sentido que Canarias es un nexo entre Sudamérica y la España peninsular. Elegí una serie de piezas de Sudamérica que me apetecía juntar, intentando sorprender porque la gente igual esperaba un primer álbum de arias de ópera... Quise darle más importancia a la palabra y a una serie de sentimientos que me han acompañado.

-El título revela claramente la naturaleza de la propuesta...

-Efectivamente. Desde el título hasta la caligrafía: es la escritura de un niño que ha crecido con todas esas melodías. También los colores, ese tono terroso que podemos encontrar en Andalucía o en la Pampa argentina y también en Canarias. Ese azul del océano que lo baña todo...

-¿Le costó mucho conformar el repertorio?

-Sobre todo me costó decir las que no. Fue fundamental el desarrollo del feeling entre el pianista, Juan Francisco Parra, que también es canario, y yo. Nos conocemos desde siempre. Fue un trabajo en equipo.

-La obra aparece en un sello potente: Sony Classical.

-Estoy muy contento de que Sony haya apostado por esta pequeña locura que supone que un cantante de ópera, conocido por este género, empiece discográficamente por este tipo de música. Pero es una cosa diferente, fresca y que me apetecía hacer. Y a ellos les apeteció arroparme.

-¿El disco va a tener presentación escénica? ¿Va a hacer recitales centrados en él?

-Sí, a pesar de que tengo la agenda muy apretada. Quiero hacer algo pero de momento no puedo concretar. Sería a partir de septiembre. Yo estoy muy ligado a La Coruña, evidentemente a Canarias, en Oviedo hay alguna cosa... Tendremos que ajustarlo a las necesidades de los diferentes festivales y a mi disponibilidad.

-Muchos aficionados agradecen que los cantantes de su naturaleza exploren otros territorios: el folclore, la música popular...

-Muchas veces a nosotros nos apetece este tipo de cosas, pero tenemos las agendas, los teatros que te demandan..., y no disponemos de mucho tiempo para atender como se merece este tipo de repertorio. Hay temas como Ay, ay, ay que yo hacía a los 15 años con la guitarra. Es un disco, como he dicho, hecho con mucho cariño: hay mucho de Celso dentro.

-¿Qué tiene en la agenda para los próximos meses?

-Voy con el Teatro Real de Madrid al Savonlinna Opera Festival, donde haremos I Puritani. Acabo de venir del festival de Orange, donde he cantado Rigoletto. En Montpellier también he hecho I Puritani. Y en septiembre estaré en el homenaje a Alberto Zedda en La Coruña, donde después haré Lucrezia Borgia en versión de concierto con Mariella Devia. Y ya salto a noviembre, cuando debutaré en La Favorite, en la Opéra Royal de Wallonie, en Lieja, Bélgica. En diciembre estoy en Génova con Rigoletto y en enero hago mi debut en Manon Lescaut en Bilbao... Y así podríamos seguir hasta 2021, más o menos...

-¿Cómo ve el panorama español de artistas líricos?

-Yo soy muy positivo. Ahora mismo tenemos representación española en todos los teatros del mundo. Es un momento dulce, aunque les pese a algunos, aunque haya gente que añore a otros grandísimos artistas del pasado. Hemos tenido la fortuna de aprender al lado de ellos y la realidad está ahí: los escenarios internacionales están llenos de representación española.

-¿Y el ámbito formativo?

-Las cosas siempre pueden ser mejorables. La educación en España, sobre todo la musical, no pasa por sus mejores momentos, a pesar de que, como he dicho, la representación española en los teatros es cada vez mayor. Muchas veces los artistas tenemos que terminar nuestra formación fuera para luego volver. Las cosas no se han hecho mal pero tenemos que estar atentos porque es verdad que se pueden mejorar mucho.

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