Son nativos digitales, se han desarrollado en el contexto de la crisis y han sentido la influencia de una provincia impregnada de poesía. Una nueva generación ha recogido la herencia de los autores cordobeses de la segunda mitad del siglo XX -que en los últimos años están cosechando la recompensa a sus trayectorias- y ahora surge como reflejo de la diversidad literaria actual. La realidad es compleja, como lo son las miradas de estos jóvenes poetas que acaban de iniciarse en el género. Ahora Ediciones en Huida ha seleccionado a nueve de ellos en la antología La punta del iceberg, coordinada por José Ignacio Montoto y que se presentará este jueves en La República de las Letras.

María González, Jesús Leirós, Ana Castro, Ángel de la Torre, José Ignacio Fernández, Carmen Rocamora, Alba Moon, Estefanía Cabello y Selene Urbano son los jóvenes que integran la antología y que sólo tienen en común dos cosas: su pasión por el género y el ser menores de 30 años. Esa limitación de edad generaba un ámbito concreto para el coordinador de la antología que, en primer lugar, investigó "qué se estaba haciendo en poesía de autores" de Córdoba que cumplieran ese requisito.

Tras su exhaustivo trabajo, Montoto señala que "lo bueno es que son muy polifónicos porque son muy distintos cada uno en sus poéticas". A algunos los conocía mientras que con otros entabló conversación vía internet, y "realmente me lo he pasado muy bien leyendo los textos de esta gente joven", apunta.

El coordinador pidió a cada uno de ellos una muestra de unos 200 versos y seleccionó los que le parecieron "más interesantes". En La punta del iceberg hay una diferencia de edad de diez años entre la poeta de mayor y la de menor edad (María González y Selene Urbano, respectivamente), lo que también se refleja en "voces muy diversas, ninguno responde a una misma estética". En unos casos, manifiesta Montoto, es "muy incipiente" la búsqueda de su camino y en otros se atisban las influencias de algunos autores.

Sobre la selección, Montoto explica que en cada antología el coordinador suele elegir "a los autores según sus gustos, pero yo aquí he intentado ser un poco más abierto e interesarme, más que por las personas, por aquello que estaba escribiendo cada uno". La variedad de sus voces hace que el grupo no sea cerrado y, por lo tanto, "no se puede decir que gracias a esta antología se va a originar una generación".

Así, indica que ha querido centrarse "en esa diversidad, en autores que no habían publicado en ninguna antología como Selene Urbano o José Ignacio Fernández" pero también en otros como María González, que tiene ya dos libros en el mercado. Sin embargo, destaca que "están todos empezando a buscar su espacio" y "son gente que va a hacer cosas importantes". Para el coordinador, "lo importante es que sean honestos con ellos mismos porque si lo son, llegarán donde quieran llegar".

Por otra parte, apunta que le parecía "muy interesante que cada uno tiene un estilo propio pero lo que realmente los une es el hecho de que en Córdoba siguen naciendo poetas hasta debajo de las piedras".

A pesar del apogeo que las redes sociales tienen en la actualidad y su influencia en los jóvenes, estos autores "no son muy propensos a subir su obra" a ellas. En ese sentido, el coordinador puntualiza que algunos "tienen blog o cuelgan sus cosas, pero la mayoría no las usan como herramienta".

Tras el trabajo realizado en La punta del iceberg y con su trayectoria como poeta, Montoto asegura que "la salud de la poesía en Córdoba es envidiable y creo que hay futuro". Por otra parte, resalta que "vivir de la poesía es complicado, pero el mercado editorial está hoy en día más abierto que nunca, hay más editoriales independientes y, aunque parezca mentira, se consume más poesía de lo que se puede imaginar".

En esta antología hay unos 125 versos de cada autor, unos cinco o seis poemas. "Hemos intentado destacar lo que nos parecía más interesante de cada uno de los autores", concluyó.

De María González el coordinador destaca que es "una poeta de largo aliento, minuciosa y detallista en la construcción de su poética virtuosa", mientras que de Leirós señala su autenticidad, "de verso hondo y vehemente por momentos desgarrador". Por otro lado, "la búsqueda del origen y la memoria" en los versos de Ana Castro "es una constante" y además "maneja con precisión el lenguaje".

Ángel de la Torre "se sirve del lenguaje con maestría y dibuja imágenes de gran plasticidad en cada uno de sus poemas"; el "lenguaje coloquial" de José Ignacio Fernández "golpea al lector con fogonazos de lucidez"; Carmen Rocamora hace "poesía de lo cotidiano, de la rutina, del día a día, nombrando a las cosas por su nombre", y Alba Moon "grita mujer desde la entraña, escribe poesía desde el desasosiego de estos días". Por último, Montoto indica que Estefanía Cabello se caracteriza por "escribir poesía social", es una "poeta comprometida", mientras que la benjamina del grupo, Selene Urbano, hace "poesía intimista que se escribe desde el yo hacia el nosotros, vosotros y ellos" y "asoma la luz de entre la sombra".

Por su parte, Martín Lucía, de Ediciones en Huida, explicó que la editorial ha realizado ocho antologías simultáneas de todas las provincias andaluzas, denominada Verdes brotes, que engloban a un grupo de poetas menores de 30 años de cada una. Anteriormente ya publicó La vida por delante, una antología de menores de 35 años coordinada por Ana Alvea Sánchez y Jorge Díaz Martínez que incluía a 60 autores. Ahora, han dado un paso más y ha disminuido la edad hasta los 30 años.