Crítica de teatro

Historias en el aire

Un momento de la obra 'Hablar por hablar'.

Un momento de la obra 'Hablar por hablar'. / juan ayala

El pasado sábado un trocito de la historia de nuestra radio reciente visito el Teatro Góngora con la obra Hablar por hablar. A través de algunos textos correspondientes a locuciones del emblemático programa y recopilados en el libro de Mara Torres, Fernando Sánchez-Cabezudo y Anna R. Costa realizan su dramaturgia junto a otros textos trabajados por autores tan relevantes como Juan Cavestany, Yolanda García Serrano, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol. Gracias a este buen plantel de escritores se confecciona un espectáculo tremendamente dinámico, entremezclando todo tipo de historias protagonizadas por personajes anónimos que comparten con la audiencia sus circunstancias y vivencias.

El espacio escénico magníficamente diseñado, dominado por la cabina del estudio de radio que varía en posición según el cuadro a representar, el juego de iluminación y el espacio sonoro recrean la atmósfera precisa llegando por momentos a sentirnos partícipes de un auténtico programa de radio. El trabajo del reparto está a la altura de la calidad de las historias escogidas. Demuestran su versatilidad a la hora de cambiar de registro en los múltiples personajes que interpretan. Contagiaron de emoción y arrancaron el aplauso espontáneo del público en varias ocasiones.

Han transcurrido muchas noches desde aquel 2 de octubre de 1989 en que Gemma Nierga abrió un espacio en las ondas para conceder la voz a los demás. Quizá lo que en aquel momento no sabía era la repercusión que Parlar per parlar conseguiría, extendiendo su emisión incluso al extranjero. Hoy, casi 30 años después, Hablar por hablar ha sabido adaptarse a la nueva era de la comunicación sin perder su esencia, dando cada madrugada la oportunidad de sentirnos escuchados y menos solos. Enhorabuena y gracias.

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