Afortunadamente, el fútbol muchas veces sirve para trasladar valores positivos a la sociedad. Estamos tristemente acostumbrados a ver enfrentamientos entre aficiones, insultos a los árbitros y a los jugadores rivales, comportamientos coléricos en las gradas de los campos de medio mundo... hábitos que ensucian la imagen de un deporte noble de por sí, que a veces envilecen las personas. Pero ayer en El Arcángel se vivieron varios ejemplos de esa cara positiva que el fútbol puede proporcionar a la sociedad. Porque sólo este deporte acapara tanta atención mediática y es capaz de mover una serie de sentimientos mayor a cualquier otra actividad vital.

El primero de estos grandes ejemplos es ya un clásico entre el cordobesismo, aunque no por ello deja de tener gran mérito. Se trata de la habitual recogida de alimentos que la peña cordobesista Cordobamanía celebra una vez cada temporada en favor del pueblo saharaui. La convocatoria alcanzó ayer su decimoquinta edición y, de la mano del club que también trabaja en el Sahara a través de su fundación, volvió a ser un rotundo éxito de participación de la hinchada blanquiverde. Kilos y kilos de alimentos no perecederos se fueron amontonando a la entrada de las taquillas, en la carpa habilitada por la peña blanquiverde para tal fin. Un gesto loable que llenó de esperanza la previa del partido, justo después de una fecha tan señalada como el Día de Reyes. Para un colectivo tan castigado como el pueblo saharaui, toda ayuda humanitaria es poca, porque las condiciones de vida de esta población son muy duras y las necesidades se multiplican. Para acabar de raíz con este tremendo problema se necesitarían medidas mucho más ambiciosas que esta recogida de alimentos, aunque el gesto honra a esta peña del Córdoba y a toda su afición, que colaboró siguiendo el ejemplo de sus jugadores, que días antes aportaron su grano de arena de manera colectiva.

El clima de hermanamiento se trasladó durante el choque a las gradas. Y eso que la gran presencia policial para vigilar la zona visitante podría presagiar algún tipo de incidente. Pero nada más lejos de la realidad, porque los aficionados desplazados desde Vallecas para apoyar a su equipo no sólo tuvieron un comportamiento ejemplar durante el partido, sino que además protagonizaron uno de los gestos de la noche. Fue en torno al minuto 70 del encuentro, cuando desde la zona de Tribuna ocupada por la afición rayista salió una pancarta que rezaba: "2017. La lacra continúa, no a la violencia machista". Una reivindicación que recibió el apoyo unánime de la afición cordobesista, que aplaudió el gesto y terminó totalmente hermanada con la hinchada madrileña.

Fueron dos gestos esperanzadores con la pretensión de que el fútbol poco a poco desplace la etiqueta negativa que muchas veces arrastra y comience a generar sinergias positivas para la sociedad, aprovechando el gran tirón mediático del que disfruta. Dos grandes gestos que ennoblecieron un choque bonito con el que Alejandro González se estrenó como presidente del Córdoba, en una noche muy fría en El Arcángel. Con todo, la afición blanquiverde volvió a acompañar a su equipo en gran número, superando los 12.000. Además del partido, la colaboración con la iniciativa de Cordobamanía ya era motivo suficiente para aguantar el frío a orillas del Guadalquivir. Sólo faltó el triunfo blanquiverde para culminar la noche.