Levante UD - Córdoba CF

Cuestión de proyectos (3-1)

  • El CCF no puede con un sólido líder que marca los ritmos a su antojo. Los blanquiverdes, que dieron la cara, suman un nuevo revés y ya son siete jornadas consecutivas sin vencer.

El tiempo pone a cada uno en su lugar. Nunca mejor dicho. Todo es cuestión de proyectos. El Ciutat de Valencia fue testigo ayer de otro descarrilamiento de un CCF que no está hecho para pelear por el ascenso, gran objetivo del club blanquiverde, por si a alguien le queda alguna duda. El líder, que ha hecho un equipo de garantías, sí sueña con retornar a Primera. Lo hará por la vía rápida gracias a su buen hacer defensivo y a la enorme calidad de un grupo que no está dispuesto a sufrir otro año en Segunda. Nada que objetar a los planes granotas, que no se parecen en nada a los blanquiverdes, que nunca hicieron lo mismo. Dejaron escapar a sus estrellas del curso pasado y ahora intentan luchar con lo que tienen por salir del descenso. Sí, el descenso. El objetivo de este CCF es la permanencia, de la que está a un punto tras la derrota del Mallorca y del UCAM esta jornada. No hubo una apuesta clara en el club cordobesista por firmar a jugadores contrastados. O quizás sí la hubo pero no quisieron venir a una entidad que es esclava de sus pecados. Llegaron las opciones cuarta o quinta del mercado. Se firmaron jugadores sin sentido en invierno. Pero no llegaron ni centrales ni delanteros, las dos grandes carencias de este Córdoba. Con lo que hay sólo se puede soñar con atar la salvación cuanto antes, aunque habrá que sufrir y mucho. Desde el banquillo, con un superado Luis Carrión, no se da con la tecla ni cambiando de sistema ni probando a todos sus jugadores. Ya hizo de todo y el resultado fue el mismo: derrota. Con dos puntos de 21 en juego, los blanquiverdes ayer no pudieron con un Levante que marcó los ritmos del partido como quiso. Es la fuerza del poderoso, que se comió a un blando CCF en la segunda mitad. Es lo que hay.

Hubo sorpresas en el once. Carrión cambió el sistema, apostando por un 5-4-1 para dar más consistencia defensiva. Además, Razak y Bíttolo, únicos jugadores que quedaban por estrenarse en liga, salieron de inicio. También estuvo Rodri en la punta de ataque. Tocaba frenar a un Levante que solamente había cedido dos empates. Lo hicieron los cordobesistas en la primera vuelta pero ya no queda nada de ese CCF correoso. Ahora es un equipo ramplón, que a la más mínima la pifia. Ayer sólo tardó diez minutos en hacer un regalo a un cuadro granota que tiene suficiente calidad como para recibir este tipo de presentes. Un desastroso Razak se complicó la vida al sacar un balón y eso lo aprovechó Roger para robarle la cartera. El ghanés lo frenó en falta. Campaña lanzó el libre directo y puso el 1-0 ante la desilusión blanquiverde. Todo lo planificado se tiró a la basura en diez minutos. Sin embargo, los de Muñiz no aceleraron y mantuvieron una calma tensa, lo que hizo que el equipo de Carrión tuviese el balón y empezase a llegar con cierto peligro al área de Raúl Fernández. Eran los mejores minutos de los cordobesistas, pero ni Bíttolo, ni Juli -el más incisivo- atinaron con los tres palos de la portería levantinista. Pero el CCF recogió su premio pasada la media hora. Lo hizo en una gran acción de estrategia. Javi Lara botó un saque de esquina y Rodas lo mandó al fondo de la red. El valenciano, criado en la entidad granota, pidió disculpas a su gente.

Con el partido nivelado de nuevo, el Levante no se amilanó y mantuvo esa relajación a la espera de un chispazo de los de arriba. Calidad tiene de sobra. El CCF, a pesar de tener el balón, ya no tiró más a la puerta de Raúl Fernández en la primera mitad.

Tras el paso por los vestuarios, otro error defensivo blanquiverde estuvo a punto de aprovecharlo el cuadro granota. Sin embargo, en esta ocasión, Roger, tras irse de Rodas, lanzó ligeramente desviado. Esta acción, unida a los tempraneros cambios de Juan Ramón López Muñiz, hizo que los levantinistas comenzasen a controlar el encuentro ante un equipo blanquiverde que esperaba atrás. El tiempo iba pasando pero los locales no estaban nada nerviosos. Un balón a la espalda de la zaga del CCF lo cogió el pistolero Roger para batir de tiro cruzado a Razak. Este tanto fue un jarro de agua fría para los cordobesistas, que vieron cómo tuvieron que abandonar el campo Bíttolo y Edu Ramos con molestias físicas.

Con todo perdido, el Córdoba, con más corazón que cabeza, tuvo la pelota en su poder, aunque nunca creó peligro sobre el área de un sólido Raúl Fernández. Por su parte, los de Muñiz aguantaban atrás para buscar una contra que pusiese la guinda al encuentro. Y lo lograron. En el tiempo de descuento, un brillante Jason cazó un balón en su campo y se fue hacia las inmediaciones de Razak. Tras una pared con Víctor Casadesús, el gallego puso el tercero, su octavo tanto de la temporada. Ahí se acabó el partido, demostrando las grandes diferencias entre los dos equipos. Sólo hay que mirar que Roger y Jason acumulan 24 tantos, uno más que los que lleva todo el CCF este curso. Ahí está la verdadera apuesta por el ascenso. Aquí sólo quedaron las migajas restantes. Es una simple cuestión de proyectos. El del Córdoba, el de los González, navega hacia la deriva y con el infierno de la Segunda B cada vez más cerca. Toca remar fuerte porque el barco se hunde. Qué pena.

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