Hasta que no fue de frente a por el rival, el Córdoba se mantuvo lejos del triunfo. Pero un paso adelante en el segundo tiempo dio al conjunto blanquiverde una victoria muy importante en el camino hacia la salvación.

Con Piovaccari como referencia en ataque y Edu Ramos como eje, el Córdoba arrancó con un 4-1-4-1 en el que Javi Lara tenía la misión de sacar el balón desde atrás. Trató de sorprender el CCF con la fortaleza de su delantero, pero el Reus dejó pronto claro su orden defensivo. Poco a poco, el cuadro catalán se hizo con el dominio, para lo que le bastó con defender su área con intensidad y sin fisuras en la presión. Las intentonas del Córdoba siempre llegaban por las bandas, aunque los centros laterales no fueron nunca un problema para el cuadro visitante.

El CCF sacó a su rival de la placidez con una segunda parte más convincente, con mayor verticalidad y mejores decisiones en ataque. A ello ayudó la entrada de Markovic, que liberó a Javi Lara y le permitió ganar presencia en ataque. El Reus, lejos de buscar ahondar en el nerviosismo del Córdoba, pecó de un excesivo conformismo y terminó viéndose atrincherado en su área. Carrión apuró los cambios para terminar en un 4-2-3-1 y mucho hombre de ataque. Fue entonces cuando Rodri tumbó el muro con un cabezazo crucial.