Tras la mala experiencia en Montilivi con los cambios realizados en el once, Carrión volvió ayer a lo habitual. Antoñito, Rodas, Galán y Rodri recuperaron su plaza de titulares. La puesta en escena del CCF mejoró respecto a la que ofreció hace una semana ante el Girona. Hubo toque y llegada en los primeros 30 minutos del encuentro. Incluso estuvo cerca del gol, pero la suerte no estuvo del lado de los blanquiverdes, que se estrellaron en Aarón y Dani Hernández. A partir de esa acción, el cuadro cordobesista empezó a perderse en el envite. Los insulares comenzaron a crear más peligro y ahí apareció Pawel hasta en tres ocasiones para mantener con vida a los de Carrión al descanso.

Tras el intermedio, el Tenerife mantuvo su control ante un CCF que se fue desdibujando con el paso de los minutos. Ni la entrada del debutante Javi Lara ni la de Alfaro cambiaron una dinámica que cogía tintes peligrosos. Y pasó lo esperado. Los blanquiazules se adelantaron gracias a la diosa fortuna. Un mal despeje de Bijimine que rebotó en Edu Ramos dejó la pelota en los pies de Lozano, que batió a placer a Pawel. Todo se fue al traste. Además, acto seguido, llegó el segundo en una contra letal culminada por Omar. Quedaban diez minutos para el final pero ya estaba el duelo finiquitado. Con lo que hay no da para más.