El Córdoba salió de El Sadar con un punto que puede terminar siendo oro. El conjunto blanquiverde dejó en tierras navarras una nueva muestra de su capacidad para adaptarse al rival y contrarrestar sus puntos fuertes. Sandoval quería sorprender a Osasuna y lo hizo de lleno con una línea de cinco defensas y un doble pivote que maniató al cuadro rojillo. Narváez hizo de enganche y Jovanovic se colocó junto a Guardiola en punta.

El planteamiento le salió a la perfección al madrileño en la primera parte. Su equipo se defendió bien, estuvo intenso y no sufrió demasiado. Además pudo dar primero y lo hizo por sorpresa, con Javi Galán como ejecutor en el área pequeña. Hasta el descanso, el Córdoba no sufrió demasiado y, si lo hizo en ocasiones, fue porque Osasuna forzó muchos saques de esquina y faltas laterales, pero Pawel apenas intervino.

En el segundo acto, el Córdoba sí dio un claro paso más atrás, que se acrecentó cuando Borja Lasso empató el duelo con un golazo, en una jugada aislada. Y es que los rojillos acumularon más hombres arriba y dejaron defensa de tres, pero no fueron capaces de atacar con orden y criterio. Lo que sí perdió el CCF fue la capacidad para contragolpear con el paso de los minutos y eso le hizo sufrir algo más al final, aunque el punto fue totalmente merecido.