El Córdoba volverá a ser de plata en la temporada 17-18. El conjunto blanquiverde selló su continuidad en la categoría con una victoria de mucho mérito en Vallecas, donde comenzó perdiendo fruto de una puesta en escena inexplicable que con el paso de los minutos y, sobre todo, a raíz de los goles de Javi Galán y Alfaro supo contrarrestar. Es el primer triunfo a domicilio de la segunda vuelta, y llega justo en el momento más oportuno, pues el cuadro cordobesista necesitaba sumar ante un Rayo ya salvado para no tener que mirar a ningún sitio en la búsqueda de su objetivo. Ahora, la última jornada ante un Girona ya en Primera será de puro disfrute y, ojalá, también de fiesta para una afición que ha sufrido lo indecible durante un año que debe servir de lección para el futuro más inmediato, sea con la propiedad actual u otra, pues seguro que con el curso finiquitado es hora de rumores más o menos intencionados que trascienden a lo meramente deportivo, que a fin de cuentas es lo que importa.

A pesar de que el que se jugaba algo en el partido era el Córdoba, el inicio del encuentro dio una sensación totalmente contraria. El Rayo salió avasallador, aprovechándose de una alarmante falta de tensión en los blanquiverdes que pronto se reflejó en el marcador. Tras un primer aviso a los 10 segundos que no encontró portería y otro remate a la media vuelta de Manucho que encontró la manoploa de Pawel, Raúl Baena halló el camino del gol tras controlar en el área y disparar con comodidad. La defensa miraba, como si nada fuera con ellos.

Pero el problema iba más allá de la pasividad defensiva, pues el espacio entre líneas era enorme y eso facilitaba el juego por dentro de los volantes rayistas, como Embarba, que lo intentó desde fuera sin encontrar siquiera portería. El Córdoba no estaba, pero resucitó de la nada con la efectividad que ya le hizo golear al Oviedo una semana antes. Un robo en la medular y una transición a pocos toques permitió que Javi Galán pisara área y definiera emulando a Cristiano en Cardiff para empatar la contienda y devolver la tranquilidad al cordobesismo.Pese a sentirse dominado, el cuadro cordobesista supo llegar en pie al ecuador del primer acto. El Rayo ya no mandaba tanto, aunque seguía siendo más protagonista merced al dominio de la medular y el mayor ímpetu por fuera de Lass y Embarba. El CCF trataba de equilibrar con los eslalons en desventaja de Javi Galán y los golpes francos lanzados por Javi Lara, a los que les faltó la continuidad del remate para inquietar de verdad a los franjirrojos.

Sin embargo, todas las dificultades que el Córdoba ha tenido durante el curso para amenazar a sus rivales, ahora han quedado minimizadas. Así, de un balón sin aparente peligro, entre Alfaro y Piovaccari sacaron petróleo de una jugada en el área de un dubitativo Gazzaniga para dejar un balón franco a Javi Galán, que disparó con su pierna mala al larguero. Jugada aislada ante el mayor control de los vallecanos, pero suficiente para dar otro aire al partido, que no era poco tal y como fue el inicio.

Con todo, otra buena acción de Lass por la derecha acabó con otro remate cómodo de Raúl Baena desde la frontal que atajó bien Pawel, el mejor de una última línea demasiado blanda a la que verse martilleada una y otra vez por el mediocentro era la mejor de las noticias, dada su falta de tino en la finalización (mandó fuera otro pase franco de Manucho al punto de penalti al paso por la media hora y ni conectó otro envío preciso de Lass pisando ya el área pequeña).

Hasta el descanso, el CCF consiguió equilibrar la balanza por el medio con la mayor participación de Javi Lara, Edu Ramos y Aguza, lo que redujo las apariciones por su área de los franjirrojos sin que eso se tradujera en una mayor presencia ofensiva. Una tónica que se mantuvo en la reanudación, aunque con un mayor número de imprecisiones que trababan el choque, y que trató de romper Fran Beltrán con un zapatazo que atrapó sin problemas Pawel.

Aunque fuera sólo por la inercia de jugar en casa, una motivación muchísimo inferior a la que tenía su oponente, el Rayo quiso copar mayor protagonismo con el paso de los minutos, pero se encontró con el segundo tanto cordobesista tras un saque de banda avanzado bien resuelto por Alfaro. Con el marcador a favor y los primeros movimientos desde los banquillos, una brillante cabalgada de Javi Galán por la izquierda no supo empujarla a gol Rodri, solo a escasamente un par de palmos de la línea de gol de un Gazzaniga impasible.

El Rayo dio entonces un paso al frente, ayudado por el empuje de los hombres de refresco, ante un CCF que empezó a administrar su renta -así se entiende la entrada de Luso por Javi Lara para blindar el centro del campo-, más pendiente de guardar su puerta ante un ataque reforzado por Javi Guerra, que asustó ya al poco de ingresar en el terreno de juego.

Pero poco más se le vio a los locales, salvo un tiro lejano de Embarba ya al filo del 90' que rechazó Pawel con una buena estirada que sirvió para abrochar la primera victoria a domicilio de la segunda vuelta, justo cuando más falta hacía para sellar la permanencia. El objetivo está cumplido, es tiempo de empezar a meditar para no caer en los mismos errores en el futuro porque a menudo lío ha regateado este Córdoba esta campaña.