Copa del Rey

Que pase el siguiente (3-4)

  • El CCF sella su billete para los octavos de final de Copa del Rey tras vencer de nuevo al Málaga.

  • Un brillante Pedro Ríos y un oportuno Piovaccari se erigen en claros protagonistas.

Los jugadores del Córdoba celebran su pase.

Los jugadores del Córdoba celebran su pase. / EFE

La Copa mola mucho. El Córdoba se clasificó para octavos de final del torneo copero tras vencer de nuevo a un Málaga que se encontró con una gran versión del conjunto blanquiverde. Los cordobesistas aguantaron bien los golpes locales para martillear posteriormente a un rival desdibujado que no pudo con la valentía y el descaro del equipo de Luis Carrión. El técnico catalán, desde su llegada, le ha impregnado otro sello a un CCF que va al alza. De hecho, ha logrado cuatro victorias en cinco encuentros desde su llegada al primer equipo. Su trabajo está teniendo recompensa en una plantilla que vuelve a creer juegue quien juegue. Ayer lo demostraron en una cita en la que Pedro Ríos y Piovaccari, doblete para ambos, fueron los más destacados en el aspecto ofensivo. Pero el trabajo grupal fue básico para sellar un billete a la siguiente eliminatoria. Tras unos años de hastío, la Copa vuelve a molar.

Con un once mezclado de suplentes y titulares, el CCF se presentó en La Rosaleda con la idea de aguantar el resultado de la ida (2-0) para estar este viernes en el sorteo de octavos de final de la Copa del Rey. Enfrente estaba un Málaga que salió con todo en busca de la remontada. Y desde el inicio apretó de lo lindo. También porque tocaba dar la cara ante su afición tras el ridículo del pasado sábado ante el Sevilla.

Pronto se acercó a las inmediatos del ayer titular Razak, que tuvo que intervenir por primera vez para sacar un disparo de Sandro, el máximo exponente ofensivo del equipo de Juande Ramos en liga con siete goles y que se erigió en claro protagonista del pleito. Con el equipo cordobesista atrincherado atrás, llegó el primer gol local. Un buen pase entre líneas de Ontiveros lo cazó Sandro para superar a Razak. Además, en la acción del tanto malacitano, la mala fortuna se cebó con Héctor Rodas, que tropezó con el meta cordobesista y cayó mal en el verde. Con el hombro maltrecho, el defensa valenciano tuvo que ser sustituido por Luso -no había ningún defensa en el banquillo-, que se colocó en el eje de la zaga junto a Bijimine.

Con 1-0, los malagueños se vinieron arriba y estuvieron a punto de igualar la eliminatoria. De hecho, Sandro tuvo el segundo, pero su lanzamiento de falta lateral se estrelló en el larguero. Menos mal. Luego llegó la primera alegría blanquiverde. Una rápida jugada de cuatro toques acabó con el balón en el fondo de la red local. Un pase de Luso a Pedro Ríos arrancó una contra que finalizó con suspense Piovaccari tras un pase de Guille Donoso. Primera llegada y máxima eficacia.

Con las tablas en el marcador, el CCF reaccionó a un mal comienzo. No obstante, el Málaga espabiló tras unos minutos de bajón. Ontiveros probó primero a Razak y acto seguido apareció Sandro de nuevo para adelantar a los malacitanos. Sin embargo, el CCF no se amilanó y solamente tardó un minuto en igualar el pleito gracias a un segundo tanto de Piovaccari. El italiano cazó un rechace de Boyko a tiro de Pedro Ríos para dar un gran subidón a todo el cordobesismo al borde del descanso.

Con todo ganado prácticamente al término de la primera mitad, poco cambió tras el paso por los vestuarios. Los de Carrión se mantuvieron firmes en defensa y aprovecharon los huecos del Málaga para crear peligro sobre el área de Boyko. Tras un intento de Chory Castro, Sandro volvió a aparecer para meter miedo. Sin embargo, el canario se topó con el palo izquierdo de la portería cordobesista. Ahí se acabó el equipo malagueño porque acto seguido Llorente frenó en su área a Pedro Ríos. El colegiado no dudó en señalar una pena máxima que el jerezano se encargó de marcar en dos ocasiones tras repetir el primer lanzamiento. Ahí los blanquiverdes se crecieron ante un Málaga desdibujado. La afición local pidió la cabeza de Juande Ramos, que no atinó con los cambios y dejó pasar la Copa del Rey.

Con unos tímidos acercamientos a la desesperada, que se encontraron con la siempre certera intervención de Razak, el partido se fue acabando. Con la sonrisa de todo el cordobesismo, que disfrutó de una noche mágica. Sin embargo, el Málaga niveló el pleito en el tramo final. Un disparo de Chory Castro lo desvió lo justo Michael Santos para superar al meta ghanés.

No había pasado ni un minuto cuando el CCF lo volvió a hacer. Una gran acción de Moha Traoré acabó con un cabezazo de Pedro Ríos al fondo de la red. Los blanquiverdes se merecían ganar en La Rosaleda. Lo consiguieron. Con garra, con valentía y con dosis de fútbol. Carrión ha cambiado la imagen de forma radical de este equipo y ahora existe ese halo de confianza que se perdió en muchos encuentros. El pase copero fue una guinda perfecta al buen cierre del año. Ahora toca esperar el rival de octavos, pero da igual. Que pase el siguiente y a crecer en la liga. Eso sí, ahora es turno de disfrutar en navidades y tomar algunas copas.

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