El Córdoba sumó un punto ante el Numancia y demostró mejoría en la línea que Merino quiere implantar. Los blanquiverdes fueron mejores que el rival en la primera parte y mantuvieron el orden y la calma cuando el cansancio hizo acto de presencia y el ir a por la victoria era una utopía. En defensa, eso sí, cabe aún algún paso adelante más.

Merino planteó el mismo sistema de su estreno en Oviedo, aunque como cabía esperar su equipo fue más protagonista con el balón. El cuadro blanquiverde quiso llevar la iniciativa en el juego, usando como armas ofensivas los balones en largo a Jona para que el punta conectara en segunda jugada con Jaime Romero o Javi Galán. Los laterales, esta vez, sí aparecieron con regularidad en ataque. Ese paso adelante generó más espacio entre líneas y ahí el Numancia se sintió cómodo, acumulando hombres por dentro, para triangular y generar peligro, como en la contra que propició el tanto de Manu del Moral, con el enésimo fallo blanquiverde incluido.

En la segunda parte, tras un inicio intenso, al equipo se le fue pronto el fuelle y entonces Merino prefirió conservar el empate que jugársela a buscar la victoria. Los cambios llegaron tarde y no cambiaron demasiado el dibujo ni el desempeño del equipo, que al menos supo ser paciente y conservar el punto.