Las monitoras escolares "de sentencia", aquellas que ganaron en los tribunales su puesto de trabajadoras de la Junta en 2013, volvieron ayer a la calle para a protestar por la precariedad laboral imperante en el colectivo. Las monitoras acudieron a las puertas de la Delegación Territorial de Educación, en una concentración convocada por el Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO de Córdoba. Allí hicieron entrega de un escrito con las principales reivindicaciones de las trabajadoras y trabajadores. Según la secretaria de Formación, Afiliación y Servicios Jurídicos de CCOO, Olga Degayón, "siguen luchando y pidiendo cosas, algunas de ellas muy básicas, como la experiencia". El colectivo exigió entre otras cosas el reconocimiento de la experiencia de cara a la próxima oferta de empleo público . La experiencia se valora de forma separada a la antigüedad, algo que Degayón tachó de "surrealista".

El colectivo también reivindicó que las monitoras no sean enviadas al paro durante los meses de julio y agosto. La responsable sindical recordó que se ven obligadas en muchos casos a coger las vacaciones durante el curso escolar, algo que supone un perjuicio tanto para la comunidad escolar como para la conciliación de la vida laboral y familiar. Uno de los aspectos que más preocupa a CCOO es que la mayoría de las monitoras están contratadas por un máximo de 20 horas, lo que supone que la que más cobra ronda los 800 euros al mes. "Para colmo, echamos muchísimas más horas que no cobramos porque los colegios tienen cada vez más burocracia y más administración", lamentó la secretaria de Formación. Las "monitoras de sentencia" realizan labores administrativas y de contabilidad en los centros públicos.