La asamblea general de la Institución Ferial de Córdoba pondrá fin esta semana a la existencia de la entidad, agobiada por las deudas y sin una alternativa clara de futuro para esta actividad. El jueves, en la Cámara de Comercio, las instituciones y entidades que conforman Ifeco decretarán la disolución del único ente que ha venido haciendo funcionar el recinto ferial de San Carlos desde los años 80. El no va más se produce después de un largo tira y afloja entre las entidades que supuestamente financian la actividad de Ifeco, que ha quedado con las únicas aportaciones económicas de la Cámara de Comercio, cuyo presidente, Ignacio Fernández de Mesa, preside el organismo.

La disolución de Ifeco se produce por la imposibilidad de hacer frente a una deuda acumulada de unos 300.000 euros, una parte de los cuales corresponden a proveedores mientras que unos 140.000 euros están directamente relacionados con un débito con la hacienda municipal. El Ayuntamiento es uno de los patronos de Ifeco, como otras instituciones relevantes como la Diputación Provincial o la Confederación de Empresarios de Córdoba. La Junta de Andalucía acude a este tipo de reuniones en calidad de oyente.

El Consistorio tiene bloqueadas las cuentas corrientes de Ifeco como consecuencia de la deuda fiscal atribuible a los pagos de Impuesto de Bienes Inmuebles no satisfechos. El débito, al parecer, se remonta a ocho años atrás. Y nunca se ha entendido exactamente esta decisión municipal dado que Ifeco es una entidad sin ánimo de lucro en la que el Consistorio debería ser financiador y no cobrador. Esta decisión, sumada a la ruptura del acuerdo con Cajasol, la entidad financiera con la que se firmó un acuerdo de patrocinio, es lo que ha abocado finalmente al cierre de la entidad. Recientemente, los trabajadores de Ifeco reclamaban apoyo, ya que la actividad que desarrolla la entidad repercute en empleo, en actividad económica y en visitas para la ciudad.

No existe una alternativa a Ifeco en estos momentos a pesar de que la ciudad cuenta con dos recintos feriales -San Carlos, propiedad de la Junta y cedido en precario, y el del Parque Joyero, donde se celebra Joyacor cuya gestión es independiente-. Ninguno de ellos se encuentra en una situación óptima. Empresarios ligados al sector han empezado a agruparse para reclamar a las instituciones públicas una alternativa a Ifeco, un ente gestor del principal espacio para la celebración de ferias comerciales.

La Cámara de Comercio es la entidad que ha venido sosteniendo casi en exclusividad la actividad interna de Ifeco, independientemente de las actividades que se han organizado, por ejemplo, por la Diputación. La institución provincial estuvo años dando de lado a San Carlos y organizando actividades que podrían haber aportado réditos a la entidad en sus propias instalaciones del Palacio de la Merced. En la anterior corporación provincial, con Francisco Pulido al frente, se firmó un acuerdo para corregir esta situación.

La ciudad de Córdoba ha pasado en apenas unos años de contemplar una dura pugna sobre el futuro de las ferias comerciales a que la principal institución dedicada a estos menesteres fallezca por inanición. Durante el anterior mandato, el PP sostuvo severas polémicas en el Pleno con el equipo de gobierno, de la coalición IU-PSOE, a cuenta de Ifeco. Se reclamaba una aportación extraordinaria para equilibrar las cuentas de la organización. Entonces, el gobierno municipal optó por decir que pondría dinero si el resto de socios hacía lo mismo. Algo muy parecido que lo que se ha hecho en esta última etapa política. Entre unos y otros, Ifeco se acaba el jueves.